La Real Sociedad perdió 2-0 ante el Shakhtar Donetsk ucraniano, en partido del Grupo A de la Liga de Campeones de fútbol europeo, jugado en el estadio de Anoeta.
Contra lo que fue el desarrollo del encuentro, el centrocampista brasileño Alex Teixeira anotó los dos goles del triunfo visitante (65' y 87'), ante casi 28.000 espectadores que no podían creer lo que ocurría en el campo de juego.
Desde el pitazo inicial la Real Sociedad se lanzó al ataque a todo fuelle, el canterano francés del equipo vasco, Antoine Griezmann, se lo perdió por muy poco al disparar tras eludir a un defensa rival, pero otro zaguero alcanzó a depejar el balón en la puerta del arco, Inmediatamente, un cabezazo de Xabi Prieto, sin gran peligro, igual dejó claras las intenciones de los anfitriones.
Hasta la mitad de la primera parte, la Real dominó con total claridad y, aunque en ese momento los ucranianos, entrenados por el rumano Mircea Lucescu, intentaron alguna que otra internada, nuevamente los donostiarras se acercaron con peligro a la valla defendida por Andrey Pyatov, y el mexicano Carlos Vela y Prieto, nuevamente, casi abren el marcador.
Esta tónica se mantuvo, pero a pesar de sus ímpetus y mayor profundidad en el ataque, los pupilos del joven técnico Joseba Arrasate no pudieron plasmarlo en elmarcador.
En la segunda parte, todo parecía que iba a desarrollarse de la misma manera que en la primera sin embargo, en el minuto 66, contrariando el guión establecido, tras un lujo de un compañero de ataque, el brasileño Teixeira fusiló al arquero Claudio Bravo, en la primera ocasión clara de todo el partido el Shakhtar anotó la apertura sin haberlo merecido.
Como era lógico, el equipo donostiarra continuó insistiendo a la ofensiva, inclusive, Arrasate hizo cambios buscando más mordiente adelante, sobre todo con el ingreso del uruguayo "Chori" Castro en lugar de Griezmann, quien estaba agotado tras su enorme esfuerzo.
Sin embargo, de nuevo Teixeira lanzaría una tromba de agua, que superó a la lluvia que cayó sobre Anoeta, al anotar el 2-0, tan inesperado como el primero, aunque demostrando toda su astucia.
El brasileño avanzó con el balón ante la pasividad de la zaga local y, cuando vio un hueco, sacó un disparo cruzado imparable, echando por tierra las ilusiones del equipo vasco, que fue superior y comenzó su nueva andadura europea con serias complicaciones.