Juventus dejó dos puntos en Copenhague tras empatar 1-1 un partido que
debió haber ganado, pero en el que se estrelló contra Wiland, el
portero local.
El empate fue un premio excesivo para el
Copenhague, que no obstante hizo un primer tiempo meritorio, aunque
acabó agarrándose a la excelente actuación del guardameta sueco.
El
campeón italiano no estuvo cómodo en la primera parte, tuvo más la
pelota, pero Pirlo, bien sujetado, no pudo dominar el juego como le
gusta y su equipo lo notó.
Chiellini y Pogba estuvieron muy cerca del gol en dos córner consecutivos, pero Wiland se lució con sendas estiradas de mérito.Fue lo más cerca del gol que estuvo en ese período la "Juve", que también avisó en un par de tiros con cierto peligro de Tévez.
Si
en ataque no estuvo brillante, en defensa el equipo italiano cometió
errores impropios de una zaga normalmente muy sólida, Chiellini y
Bonucci estuvieron torpes en varias acciones, ésto quedó retratado en el gol, un saque de falta de Bengtsson que nadie acertó a despejar y que
Jorgensen (14'), solo dentro del área pequeña, recogió para fusilar a Buffon.
Agobiado por momentos, el
equipo danés también hizo daño cuando tuvo la pelota y supo jugar con
criterio, con el costarricense Bolaños como cerebro del equipo.
La "Juve" salió más incisiva en la
segunda parte, Tévez se quedó solo frente a Wiland, que volvió a sacar el balón, dos minutos después, Quagliarella (54'), que no había hecho nada hasta
entonces, apareció dentro del área para fusilar un centro raso de
Peluso.
El gol le dio alas al equipo italiano, que más
suelto, empezó a acumular ocasiones, a cada cual más clara, contra un
Copenhague que notaba el cansancio y cometía errores en la salida del
balón.
Lichtsteiner perdonó en una contra, Wiland sacó una
buena mano a tiro lejano de Pirlo y Quagliarella cabeceó al larguero, todo en apenas cinco minutos.
Copenhague aguantó el
chaparrón y se tomó un respiro, pero ya no llegaba con la misma frescura
que en la primera parte, un tiro alto tras jugada de Jorgensen fue lo
más cerca que estuvo del gol.
Los italianos, que atacaban
por ráfagas, volvieron a la carga pero chocaron contra Wiland, que
salvó dos ocasiones muy claras de Vidal y de Tévez, seguidas por un
cabezazo franco de Pogba, notable en la segunda parte, que se fue fuera
por poco.
El agobio continuó hasta el final, pero ni
Giovinco ni Tévez fueron capaces de batir a Wiland, y el Juventus, como
hace un año contra el Nordsjaelland, no pasó del 1-1 en el mismo
estadio.
Copenhague, que vive el peor inicio de liga en su
historia, celebró el empate como un triunfo, sabedor de que cada punto
que pueda sacar en el grupo vale oro.
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