Benfica despachó a un Anderlecht
claramente inferior a nivel técnico con dos goles en la primera mitad y
comenzó así con buen pie su andadura europea en la Champions League.
Los
lisboetas, que han tenido un inicio de Liga decepcionante con una derrota y
un empate en cuatro partidos, aprovecharon la debilidad del conjunto
belga para lograr los tres puntos pese a bajar el ritmo en la segunda
mitad, y no echaron de menos ausencias como la de los
argentinos Salvio y Gaitán.
La victoria
le permite a las "águilas" colocarse al frente de su grupo empatado con
el PSG, al
que se enfrenta la próxima jornada en la capital francesa.
De
nuevo el centrocampista serbio Matic, clave la pasada temporada, se
bastó para sujetar a los suyos y a la vez darle salida al balón, aunque
bien acompañado por su compatriota Fejsa, una de las nuevas caras de
este Benfica.
El conjunto
portugués no necesitó mucho para reflejar su
superioridad en el marcador, una combinación entre el argentino Enzo
Pérez y el delantero paraguayo Óscar Cardozo acabó con el remate a
puerta de este último, y en el rechazo el serbio Djuricic (4') no falló e
hizo el primero.
Con un tanto a favor, Benfica jugó poco
menos que a placer y llevó la iniciativa del partido, aunque los belgas
cerraron la primera mitad con más posesión.
El paraguayo
Cardozo, que jugó por segundo encuentro consecutivo como titular después
de recibir el "perdón" del club y del entrenador por empujar al técnico
en el último duelo de la pasada temporada, fue uno de los más
destacados y dejó varias ocasiones en evidencia a su par con gestos
técnicos de mérito.
Anderlecht se mostró por momentos
apático y no logró hilar jugadas con asiduidad.
La fragilidad defensiva del conjunto visitante se
hizo evidente cuando tras un
saque de esquina y varios rebotes la pelota acabó frente a la pasividad
rival en el pecho del brasileño Luisao (30'), que a la media vuelta disparó e
hizo el segundo.
Ya después del descanso, Anderlecht estiró
las líneas y merodeó la portería defendida por Artur, aunque no llegó a
crear excesivo peligro, mientras que Benfica bajó claramente el ritmo.
El
guardameta brasileño se limitó a rechazar un disparo del argentino
Matías Suárez desde fuera del área en el minuto 55 y un cabezazo de
Mitrovic poco después.
Sin embargo, el empuje de los belgas
también generó más espacios y facilitó las contragolpes de los
lisboetas, que a punto estuvieron de ampliar el marcador.
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