SEVILLA HUNDE AL MALLORCA

El Mallorca de Joaquín Caparrós, tras caer el pasado domingo por 4-0 ante el Levante, fué goleado por el Sevilla (0-5), que al descanso se marchó con tres goles a favor marcados por Álvaro Negredo (13' y 18') y por el chileno Gary Medel (26') aunque el Mallorca pudo acortar distancias en la primera parte pero el lanzamiento de penal de Giovanni Dos Santos fue detenido por Andrés Palop, el conjunto de Miguel González "Míchel" aumentó la ventaja en el segundo período, Alberto Botía (47') y Antonio Luna (84') terminaron por sentenciar la eliminatoria en el partido de ida.
El equipo sevillista puso de manifiesto la crisis del Mallorca con una goleada que encarriló en los primeros 25 minutos, con los de Álvaro Negredo, que fue sustituido en la segunda parte por José Antonio Reyes, y el chileno Gary Medel.
Al Mallorca no le salió nada en una noche fría y lluviosa, pudo marcar poco antes del primer gol de Negredo (13'), pero Andrés Palop detuvo el disparo de Javier Arizmendi y encima, casi al finalizar la primera parte Palop detuvo un penal al internacional mexicano Giovani Dos Santos.
El equipo balear saltó al terreno de juego con la intención de darle una alegría a su afición, que acudió al campo en escaso número, tras casi tres meses de penurias en la Liga, ante un rival exigente como el Sevilla, el Mallorca quiso recuperar sensaciones y sobre todo, confianza en sus posibilidades, pero todas esas buenas intenciones quedaron en nada ante la exhibición de un Sevilla muy efectivo que tiene jugadores resolutivos y con la calidad suficiente para aprovechar el más mínimo error de su adversario y lo hicieron sin dudarlo, la afición perdió la paciencia y mostró su enfado por lo que estaba viendo en el terreno de juego con gritos de "fuera, fuera" contra los jugadores y el palco.
El Mallorca ha disputado trece partidos oficiales en los últimos tres meses y no ha ganado ninguno, de los últimos treinta puntos en juego en la Liga, solo ha sumado 2, una estadística demoledora que deja al técnico Joaquín Caparrós muy tocado, aunque la directiva insiste en que el puesto del entrenador no corre peligro.