El Granada gana a Osasuna y respira (1-2), en un encuentro en el que tuvo que remontar para sumar tres puntos
de los que fue merecedor por juego y ocasiones, tardó demasiado en
reaccionar el conjunto local, que terminará el año segundo por la cola
en la Liga BBVA.
El mejor arranque de Osasuna encontró justa recompensa en el gol de Nino (7'), con un remate en el segundo palo
tras un acción de estrategia, un córner bien prolongado por Raoul Loe, pero el Granada, lejos de venirse abajo, se lanzó al ataque en busca del
empate, un cabezazo al poste de Ighalo y dos increíbles fallos de
El-Arabi, prácticamente a puerta vacía, hacían pensar que el equipo de
Anquela nunca conseguiría marcar, pero a cuatro para el descanso, el
capitán Mainz aprovechó la descoordinación de la defensa de Osasuna para cabecear el 1-1.
Los visitantes volvieron a la carga tras el intermedio y el premio llegó mucho más deprisa esta vez, un puñado de balones colgados y rebotados en área local acabó con un zurdazo precioso y cruzado de Daní Benítez (48'), inalcanzable para Andrés, un golazo que rehabilitó la autoestima del Granada y alentó su laboriosa defensa de tres puntos que no podía dejar de sumar.
A diferencia de Osasuna, los andaluces sí supieron cómo frenar y espesar el choque,
manteniendo a su rival lejos de su área, sólo una vaselina de Joseba
Llorente, despejada espectacularmente por Roberto, pudo haber rescatado
al menos un punto para el cuadro de Mendilibar, ya en tiempo de descuento.
La acumulación de atacantes no sirvió a Osasuna para crear auténtico peligro y el triunfo vuela al sur, para tranquilidad de Juan Antonio Anquela, que recibió el cariño de sus jugadores
en la celebración de los goles. Después de verse cerca de la
destitución durante las últimas jornadas, el técnico cierra 2012 con el
equipo fuera de zona de descenso, donde sí quedan alojados los navarros.
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