Milan le ganó de visitante a Torino
por 4 a 2, Torino anotó a travez de Mario
Santana (28') y Rolando Bianchi (80') la visita, por su parte, remontó la
desventaja inicial y terminó goleando gracias a los tantos del brasilero
Robinho (40'), Antonio Nocerino (53'), Giampaolo Pazzini (61') y de Stephan El
Shaarawy (76').
Con este resultado, los rossoneri mantienen la séptima plaza de la
clasificación, que ahora ocupan con 24 puntos, mientras que el Toro se
quedó con 15 unidades y ahora se ubica decimoquinto.
Tras un inicio algo lento, pero positivo,
en el que los milaneses habían creado algún peligro y no habían
concedido prácticamente nada, al minuto 28 Nocerino desde la media
cancha rival buscó un pase insensato directamente para el arquero que se
transformó en una asistencia para Santana, quien definió el mano a mano
gambeteándolo a Amelia y anotando con el arco libre.
El partido se le complicó al conjunto de Allegri (que además antes del
gol lo había perdido a De Jong por lesión), sin embargo no perdió el ánimo y siguió jugando como si nada hubiese ocurrido y así, faltando
cinco para el final de la primera etapa, logró empatar el marcador,
con un golazo del que hasta ese momento había sido el peor de la cancha,
Robinho: el brasilero recibió un toque de De Sciglio en el área,
entrando algo por izquierda, y con un amague precioso le dejó pagando a
Di Cesare y con un zurdazo la clavó abajo del travesaño.
El complemento se abrió con un buen empuje visitante, que al octavo
minuto produjo el 2 a 1: en la ocasión estuvo bárbaro El Shaarawy,
nuevamente el mejor del partido, escapándose por izquierda muy bien y
poniendo el centro al área, pero estuvo también horrible Gillet, quien
salió con el puño y así desvió un esférico que se hubiese ido afuera del
área para servírselo a Nocerino en la cabeza, para un fácil gol con el
arco libre.
Ocho minutos más tarde Pazzini entró por derecha, resistió a una
carga de un adversario, que se cayó a pesar de estar cometiendo falta, y
definió con un derechazo inapelable al primer palo, poderoso y certero.
Ese fue el 3 a 1, que no paró a Milan que, en cambio, siguió atacando
con todo en la búsqueda de otro tanto, que después de un travesaño de
Emanuelson y de un palo de Pazzini llegó con otro regalo de Gillet,
quien dejó escapar un balón en el área chica que El Shaarawy recogió
para meterlo adentro.
Con ese tanto el Diávolo se relajó un poco y le concedió a Torino el
descuento, anotado por Bianchi con un cabezazo en puro estilo "nueve", un gol que, inesperadamente, puso muy nervioso al equipo rossonero, que
empezó a arriesgar mucho y perdió un poco la brújula, tanto que al final
Amelia salvó en más de una ocasión y los granates protestaron por una
evidente falta de mano de Ambrosini en el área.
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