El triunfo del equipo de Joachim Low, que prescindió de varios de sus principales jugadores para alimentar de experiencia a otros menos habituales, no careció de la contundencia que llevó al equipo germano hacia la corona mundial en Brasil.
No obstante, la resistencia del cuadro gibraltareño, que cuenta con integrantes aficionados en todas sus líneas, fue encomiable. De hecho, mantuvo el tipo durante la primera parte.
En esos 45 minutos Alemania, que hace tres días cayó ante Estados Unidos en su partido preparatorio, solo fue capaz de marcar un gol, solo contó con el gol de Andre Schurrle (28'), anotado a la media hora. Antes, Bastian Schweinsteiger pudo haber abierto el marcador pero el penal que lanzó fue detenido por el meta Jordan Perez.
El portero del Wytcome Wanderers, de la cuarta categoría del fútbol inglés, fue el héroe en la primera mitad de Gibraltar, que incluso pudo empatar por medio de Jake Gosling que desbarató Roman Weidenfeller.
Gibraltar se desmoronó tras el intermedio y el cuadro de Joachim Low, sin forzar la máquina, empezó a nutrir su cuenta de aciertos. Max Kruse (48') marcó el segundo a pase de Mesut Ozil; Ilkay Gundogan (51') hizo el tercero después y Karim Bellarabi (57') firmó el cuarto.
Los errores defensivos de Gibraltar se multiplicaron y Alemania
impuso su fortaleza. El equipo local buscó el gol del honor pero ya sin convicción y sin fuelle para llegar al área germano con entereza física.
Andre Schurrle fue el gran beneficiado del decaimiento gibraltareño, el atacante del Wolfsburgo se marchó del partido con un triplete en la mochila. Marcó el quinto en el 65' y el sexto en el 71', en acciones sin oposición y ante un rival ya incapaz de disimular sus carencias.
Max Kruse (81'), que saltó al campo en lugar de Mario Goetze, anotó el séptimo desde dentro del área a nueve del final. Fue el segundo en la cuenta del jugador del Borussia Monchengladbach y el que estableció el marcador final.
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