Argentina llevaba con prestancia el traje de
favorito que le habían asignado para esta Copa América durante el primer
tiempo, que terminó ganando por 2 a 0, pero en la segunda parte se
transformó en un equipo apático y Paraguay le terminó igualando 2 a 2 en
el debut de ambos en el grupo B del certamen que tuvo lugar en el
estadio La Portada, de La Serena.
Argentina parecía tener todo
resuelto antes de la media hora, aunque Paraguay lo tenía controlado hasta que, cometieron su primer error defensivo y Sergio Agüero (29') aprovechó el regalito con su
habitual capacidad de definición. Fue una derecha al mentón ese remate con la pierna diestra del
"Kun" a la red tras eludir al arquero Anthony Silva, y tras ella
sobrevino de inmediato, otro regalo más pero esta vez de parte del árbitro, que se inventó un penal exactamente despues de una "Put.." de Messi por una falta anterior, DiMaria se deja caer en el área, penal y el rosarino que lo convierte (36').
Un equipo, el paraguayo que
distaba mucho de aquel que justamente dirigiera el "Tata" cuatro años
atrás, al punto que durante el primer tiempo no difirió demasiado su
endeblez futbolística de la que exhibiera una semana atrás Bolivia, en
San Juan, Nicolás
Otamendi parece ser, por fin, el complemento ideal de Ezequiel Garay, y
sólido en el medio con esa quinta columna que es Javier Mascherano, todo
depende después de lo que produzcan los de arriba, bien abastecidos por
un Javier Pastore que se va consolidando dentro de los once a pasos
agigantados. Con Paraguay metido bien atrás, y en muchas
ocasiones, cuando la pelota la manejaban los volantes argentinos, con
los once integrantes incrustados dentro de su área, Argentina pareció
por momentos un rival de otra categoría. Tan solo un error propio de Argentina, como había
ocurrido a su
favor en el primer tiempo, podía abrir otro camino en el
desarrollo del partido, y ese error llegó. Iba un cuarto de hora
del segundo tiempo cuando perdió un balón Pastore en tres cuartos de
Paraguay y el balón derivó en Nelson Haedo Valdéz (60'), que con un violento
remate de medio distancia cumplió su sueño, anunciado hace dos días, de
convertirle un gol a Argentina. A partir de allí el partido cobró
vibración, porque tocado en su orgullo el equipo argentino fue por la
clausura del partido y Paraguay, entonado, por la paridad, entonces
el desarrollo se hizo de ida y vuelta, con Sergio Romero y Anthony
Silva revolcándose de contínuo, ya que en la media hora final estuvo tan
cerca de aumentar el equipo del "Tata" como de igualar el del "Pelado", y asi, sobre la hora,
el argentino naturalizado paraguayo, Lucas Barrios (89'), le dio la paridad
definitiva al conjunto guaraní que se dio cuenta que
animándose podía conseguir algo importante para su futuro y por
contrapartida desnudó Argentina algunos problemas en el retroceso que
solamente la sapiencia de Mascherano para pasar de volante central a
último hombre, algo a lo que está habituado en Barcelona, pudieron
solucionar.
Al final, como siempre sucede, cayeron
de las pobladas tribunas de La Portada algunos gritos de aprobación
para Ramón Díaz y algunos reproches para Martino. Una síntesis perfecta
de lo que fue de un tiempo a otro.
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