Por segunda vez consecutiva la selección paraguaya sacó a Brasil en cuartos de final de la Copa América vía la tanda de penales.
Los "guaraníes" estuvieron más finos en los lanzamientos, prueba de ellos es que solo Santa Cruz erró. Mientras que Brasil desperdició dos disparos: Everton Ribeiro y Douglas Costa. El 4-3 clasificó a Paraguay a las semifinales de la Copa América.
La historia de la Copa América de 2011 se
repitió, cuando ambas selecciones decidieron su suerte en esta instancia
desde los once metros y Paraguay tumbó a la "Verdeamarelha".
Derlis González marcó el tiro definitivo del punto de penal, después de que Brasil fallara dos lanzamientos y los guaraníes otro.
En el tiempo reglamentario Robinho (15') marcó el primer gol, en la mejor jugada de Brasil, una triangulación entre Elías y Dani Alves, y Derlis González (72') igualó el resultado de penal en la segunda mitad.
Brasil
fue de nuevo especulador, muy escaso de ideas sin Neymar, y acabó
pagando con ir al punto de penal su falta de ambición en la primera
parte, momento en el que estaba en posición de llevarse el partido.
Paraguay
se creció en la segunda mitad, causó grandes problemas a sus rivales en
las jugadas a balón parado y con la velocidad de sus hombres de ataque a
la contra.
Dunga, que durante esta semana
había probado variantes en el equipo, optó por repetir la alineación y
la táctica del último partido de la fase de grupos ante Venezuela,
aunque hoy no le dio el resultado esperado.
Brasil
sólo presionó en el inicio del partido para producir el gol y después
se limitó a aguantar el resultado con orden, sin ambición de hacer más
daño a sus rivales.
La primera jugada hilvanada de Brasil, tejida entre Elías y Daniel Alves por la banda derecha, le puso en
bandeja el gol a un Robinho libre de marca en el corazón del área.
A
partir del gol tempranero, Dunga ordenó a su equipo bajar el ritmo, a
dormir la pelota y a administrar el resultado, lo que después le
causaría más dolores de cabeza de los esperados.
Paraguay,
que hasta ese momento se había limitado a achicar espacios para
contener a los brasileños, dio unos pasos al frente, pero entonces acusó
la baja de Néstor Ortigoza, su principal creativo, suplido por Eduardo
Aranda, y no consiguió crear muchos problemas a la zaga brasileña con el
balón en el piso.
Los únicos avisos de Paraguay
hasta el descanso fueron una internada de Edgar Benítez seguida de un
centro y un disparo desviado de Roque Santa Cruz, poco para herir a la
defensa brasileña, hoy bien plantada.
Causó
más incertidumbre una salida mal medida del portero Jefferson, que le
forzó a recular para recuperar un balón que le pasó por encima y que se
acercó peligrosamente a su portería.
El
equipo paraguayo generó ocasiones más claras justo después del descanso,
en dos saques de esquina rematados por Nelson Haedo Valdez y Paulo da
Silva.
Del otro lado Brasil atravesaba sus momentos más improductivos en ataque a la vez que se retrasaba un poco en el campo y dejaba a Paraguay crecerse.
Asi llegó el penal, cometido por una clara mano casi imperceptible de Thiago
Silva, que convirtió Derlis González con un remate ajustado al poste.
El empate le pilló a Brasil desprevenido, el equipo no había producido fútbol durante todo el partido y en la recta final no sabía cómo hacerlo, Paraguay, con las líneas juntas, fue capaz de mantener a raya a la "Canarinha".
En
la recta final, el equipo paraguayo dispuso incluso ocasiones más
claras de darle la vuelta al marcador en un par de contragolpes en
velocidad y otras dos jugadas a balón parado, pero al igual que hace
cuatro años, el pase a la semifinal se decidió en los penales.