El Barcelona tiene prácticamente asegurada su presencia en la
siguiente ronda de la Champions después de ganar 3-1 al Milan, con
dos goles de Lionel Messi (pen. 30' y 83'), en el partido correspondiente a la cuarta
jornada de la fase de grupos de la competición ya que suma
diez puntos al frente de su grupo, su próximo compromiso, en el que
puede certificar el pase a octavos de final, será ante el Ajax en
Ámsterdam.
Fue un partido discreto que sirvió para contemplar que Messi sin estar en plenitud sigue siendo un crack, ofreció una imagen mejorada respecto a su última
aparición, marcó dos goles y se ofreció como en sus mejores días, se le
nota falto, todavía, de esa punta de velocidad pero a la vez se le ve de
regreso, aunque curiosamente, sus mejores minutos de cara a la meta
rival coincidieron con la presencia de Cesc, Fàbregas entró en la segunda mitad en lugar de un Iniesta algo lento y fuera de sitio para recuperar la prestancia de un Barça
que durante muchos minutos cedió la iniciativa al Milan, que debió no
creer una situación nunca vista en los últimos años.
El equipo italiano mantuvo con calma el 0-0 hasta que Abate agarró
dentro del área a Neymar (por lo menos es lo creyó el árbitro) y Messi abrió de penal el marcador. No mucho
después una falta sobre el propio brasileño la cobró Xavi para que
Busquets (39') fuera el más listo de todos ganando la posición para rematar de
cabeza.
En 40 minutos ganaba el Barça por 2-0 y parecía finiquitado el
encuentro, a pesar de que en el Milan alumbraba la figura de un Kaká
distinto respecto a su etapa madridista, enchufado, rápido, listo, que le ganó una vez la posición a Piqué y que rozando el descanso
retrató por velocidad a Alves, antes de lanzar un centro envenenado que
Piqué (45') tocó con la mala fortuna que acabó en su portería.
El 2-1, de entrada, preocupaba menos de lo esperado por cuanto no se
ofrecía opción a ese Milan que despertó recien con la entrada de
Balotelli.
En la segunda mitad el Barça perdió ese control anterior, por
si solo Balotelli asustó en el campo y a la grada y durante varios
minutos sobrevoló el fantasma del empate.
De la misma forma que en el inicio de la primera mitad, el Barça
pronto se hizo con el esférico y empezó a crear peligro, mientras que el
conjunto lombardo buscaba su oportunidad a la contra, con el recién
salido al campo Balotelli, con el paso de los
minutos el Milan empezó a llegar con más asiduidad al área defendida por
Valdés, aunque la zaga azulgrana se mantuvo firme.
La defensa italiana tenía mucho trabajo
atajando las llegadas del Barça mientras que la zaga azulgrana también
tenía que estar muy alerta a un Balotelli que sólo tenía en mente
marcar, Neymar protagonizó una de las jugadas de la noche en el 73', con
la consiguiente ovación, pero al final su disparo se marchó alto
mientras que dos minutos después, sólo una gran intervención de Abbiati
evitó el tanto de Alexis.
En los últimos minutos, ambos buscaron con
insistencia el gol pero al final fue el Barça en el 83', tras una
excelente pared entre Messi y Cesc Fàbregas que terminó en gol del
argentino.
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