MILAGRO AZTECA

México vive en el Hexagonal de Concacaf, el golazo de Raúl Jiménez (85') curó los males y mantiene el sueño mundialista de Brasil 2014, el tricolor logró un agónico triunfo ante Panamá 2-1 para borrar un trágico pasado.
El tricolor sufrió para despojarse de los malos recuerdos, incluso, para comenzar con el pie derecho el proceso de Víctor Manuel Vucetich, se optó por estrenar uniforme para consumar la "limpia".
El regreso de Rafael Márquez que asumió el puesto de capitán y la titularidad de Guillermo Ochoa fueron las sorpresas en el equipo de Vucetich, porque en cuanto al parado táctico mantuvo el esquema con dos contenciones, solo que cambiándoles el nombre. Jesús Zavala y Carlos Peña reemplazaron a Carlos Salcido y Gerardo Torrado.
México inició con la intención de ir al frente y marcar cuanto antes, en menos de diez minutos Peralta, Peña, Chicharito y Giovani ya habían tirado a gol, pero sin dirección, Panamá por su parte, aguantaba cada embate y hacía del reloj su aliado para ponerle más presión a los aztecas.
El estadio Azteca comenzó a temblar de nerviosismo, los aficionados impacientes revivían el guión de la película con el amargo final, Vucetich prefería esconderse en su banca y no salir al área técnico. La tensión avanzaba gradualmente con correr del cronómetro.
Hasta que llegó Oribe Peralta, el santo guerrero recibió el balón del "Chicharito" y sin pensarlo disparó directo a la red, la potencia venció al portero panameño y liberó la presión acumulada en todo el Hexagonal. Oribe se bañó de oro otra vez. El futbol bonito nunca apareció pero era lo menos importante.
En el complemento la historia mantuvo su final feliz, pero con su dosis de dramatismo, México pudo aumentar la ventaja tras un penal marcado sobre Javier Aquino, Javier Hernández tomó el balón y falló, el "Chicharito" cambiaba su etiqueta de héroe a villano.
Panamá parecía no tener las armas para empatar el partido, pero se encontró con un gol fortuito cuando Luis Tejada empujó el balón a los 81 minutos ante la frustración de los aficionados.
Al instante Vucetich decidió sacar a Jesús Zavala y meter a Raúl Jiménez para acompañar a Oribe Peralta y a Javier Hernández en la delantera, no había otra solución, era arriesgar o morir.
Y la postal del partido llegó, Raúl Jiménez respondió a la confianza del técnico, bajó el balón con el pecho y de chalaca mandó el esférico pegado al poste, fue un segundo de silencio e incredulidad, antes de que el Azteca explotara de júbilo, esa sensación que no se había vivido en todo el Hexagonal.
México vive, la victoria ante Panamá los coloca cuartos en la eliminatoria de Concacaf con 11 puntos para mantener sus ilusiones mundialistas intactas, aunque será un camino largo; quizá sea tiempo de ir comprando los boletos a Nueva Zelanda, pues el repechaje parece ser la escala decisiva rumbo a Brasil 2014.

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