El Sevilla sigue firme en casa
gracias a los dos goles de Álvaro Negredo (2-1), derrotó a un batallador
Athletic en un partido que tuvo mucho ritmo, dos expulsados, uno de cada bando, y
juego equilibrado.
Se encontraron en el Sánchez Pizjuán dos
históricos del fútbol español que han llegado a este tramo final de
temporada con más pena que gloria instalados en la zona media de la
tabla, lejos de sus objetivos europeos marcados al inicio del ejercicio.
El técnico argentino Marcelo Bielsa contó
como delantero centro con el riojano Fernando Llorente, quien jugó su
segundo partido de Liga como titular al no estar en plenitud física
Arith Aduriz y después de que la primera vez lo hiciera en Bilbao ante
el Deportivo al estar sancionado el propio Aduriz.
Los
objetivos vascos empezaron a torcerse pronto, cuando a los cuatro
minutos una falta muy bien sacada por el centrocampista croata Iván
Rakitic la peinó de cabeza Álvaro Negredo para poner el 1-0 y el
decimosexto tanto del internacional vallecano en la Liga.
Al
equipo del guipuzcoano Unai Emery, con José Antonio Reyes y Manu del
Moral moviéndose entre los dos costados ante la ausencia por sanción del
extremo derecho Jesús Navas, no le importó alternar el dominio del
balón con su rival con la intención de que el Athletic se abriera y ello
propiciara espacios para buscar el segundo gol.
Así se vio
un partido movido, con constantes llegadas a una y otra área y con poco
juego en el centro del campo, aunque a ambos equipos se le vió poco
resolutivos en sus acciones finales ante los porteros pese a que Negredo
gozó de dos muy buenas para haber logrado su segundo tanto antes del
descanso.
En la segunda parte ambos entrenadores hicieron
cambios desde el inicio al dar entrada Emery al central Alberto Botía
por Manu del Moral y Bielsa darle medio tiempo a Aduriz por un apagado
Llorente y a Ander Iturraspe por Mikel San José.
El Sevilla
perdonó otra vez el poner el 2-0 en el marcador en una jugada
embarullada que acabó con el balón repelido por el poste y el
Athletic se aprovechó de ello para empatar poco después en una falta
botada por Ibai Gómez que culminó Carlos Gurpegui (55') también al peinar al
balón.
La lesión del central
argentino Federico Fazio propició la entrada de su compatriota Diego
Perotti, quien volvía a jugar tras recuperarse de una lesión después de
estar inactivo desde el pasado enero.
La entrada de Perotti
tuvo la intención de dar más juego ofensivo a los suyos, pero poco
después, en el minuto 73, el Sevilla se quedó con diez futbolistas en el
terreno por la expulsión del defensa Fernando Navarro al ver la segunda
amonestación, aunque en este aspecto se equilibró la situación al irse a
la calle también con dos tarjetas Aymeric Laporte, al verlas en dos
minutos (78' y 80').
La recta final del choque se enloqueció
definitivamente con dos equipos muy desgastados físicamente que no
renunciaron a dar el golpe definitivo, que llegó del lado sevillista al
acabar Negredo (87') una gran jugada de Perotti y un gran centro también de un
muy batallador Reyes.
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