En un enfrentamiento de la jornada 17º del fútbol italiano, gracias
al único gol del partido, anotado por Sergio Pellissier, Chievo le ganó
de local en el Bentegodi de Verona a Roma por 1 a 0.
Un resultado importante para los azul y oro, que así atraparon a
Atalanta en el onceavo escalón de la clasificación, que ambos comparten
con 21 unidades cada uno, mientras que la Loba se quedó con 29 puntos y
sigue en sexta posición, ahora en soledad.
En el encuentro fue decisiva la niebla, que por todo el complemento
le dio una mano al "catenaccio" de Chievo, logrando hasta engañar
a la defensa giallorossa sobre el final, cuando concedió el tanto de la
derrota.
La visita empezó a mover el balón y a crear ocasiones,
rozando el 1 a 0 un par de veces, con la chance más clara para Bradley,
cuando el americano entró con todo pero no encontró el tiempo para
definir.
Con el pasar de los minutos emergió un error de
Zeman, quien optó otra vez más por jugar con Tachtsidis a pesar de que
en este partido su equipo hubiese necesitado más posesión que
verticalidad, es decir que no servía la única capacidad "especial" del
griego.
En el complemento empezó a bajar la niebla y Chievo aprovechó el
bajón anímico de su adversario para crear un par de peligros, pero
Goicoechea resolvió en ambos casos, primero con una gran tapada tras
cabezazo a quemarropa y luego con una perfecta salida afuera del área.
El tiempo pasaba y roma reencontraba ritmo, pero al mismo tiempo la
neblina aumentaba y la visibilidad disminuía: algo que perjudicó,
claramente, el equipo más técnico y que jugaba para ganarlo.
Como si no alcanzaran todos esos "escollos", el referí también puso
lo suyo, sin cobrarle a la visita dos claros penales, el primero por una
patada clamorosa de Dainelli a Totti en el área, cuando el "diez"
capitalino estaba bajando el esférico; el segundo llegó con una falta
clara sobre Balzaretti, quien entrando por izquierda podía llevarse el
esférico a pesar del cierre de un rival, que luego terminó por bajarlo.
A pocos minutos del final llegó el 1 a 0: la niebla lo
engañó a De Rossi, quien creía haberlo dejado en off-side a Pellissier
antes de darse cuenta que Rigoni aún no había puesto el pase, el
delantero tuvo el tiempo de regresar en juego, recibir el sucesivo
pelotazo y mano a mano contra Goicoechea lo gambeteó y definió el
partido.
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