Así, a pesar de los límites de su rival, el equipo milanés concedió bastante, exponiéndose a menudo a las contras de los xeneizes, lo más negativo fue que, a pesar de su posesión del esférico, Inter no logró crear muchos peligros, si bien algo claramente movió en el área rival, obligándolo a Frey a un par de atajadas complicadas, como cuando salió con los pies para negarle el gol a Palacio.
El complemento fue bastante emotivo, de ida y vuelta, pero en fin de cuentas regaló pocas emociones, pero con el pasar de los minutos el local se expuso cada vez más hasta que, al 32', concedió la contra del 1 a 0: Immobile se escapó muy bien, se liberó de Ranocchia y entrado en el área le pegó de punta, para sacarle el tiempo a Handanovic, quien en efecto no logró reaccionar para rechazar el disparo.
Inter reaccionó como un toro herido y empezó a atacar con todo, a cabeza baja, poniendo centros a la olla y jugando con más de medio equipo plantado en el área rival.
En ese momento el Grifo tuvo la culpa de replegarse demasiado y le dió la oportunidad a su rival de atacar en masa, lo que al final, al minuto 40, produjo su resultado cuando Cambiasso se metió en el área y cabeceó al gol un buen centro de Cassano.
Sobre la hora Livaja tuvo el balón del triunfo, cuando Milito puso un centro rasante de izquierda a derecha que atravesó toda el área chica y lo encontró solo por el otro lado a su joven compañero, pero el croata desvió muy mal desde pocos pasos y estampó el balón en el palo, sin que Cambiasso lograra definir tras una serie de rebotes.
Al final, Inter tuvo que conformarse con un punto que no le sirve de nada, porque Juventus se escapa aún más en la cima de la clasificación y, al mismo tiempo, el cuadro nerazzurro arriesga cerrar el año fuera de la zona de Champions.
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