Boca Juniors se llevó la Copa Argentina al vencer por 2-0 a
Rosario Central en un partido con enormes errores del árbitro y
su asistente Marcelo Aumente ¡¡y en los dos goles!!.
En
un Estadio Mario Alberto Kempes repleto, los goles los aportaron el
uruguayo Nicolás Lodeiro (pen. 55') y Andrés Chávez (91'). Lodeiro, con un remate
al palo derecho del arquero Manuel García, marcó de penal tras una falta de Paulo Ferrari a Gino Peruzzi un metro fuera del área. El segundo tanto lo anotó
Chávez tras partir adelantado. Central terminó el encuentro con 10 jugadores por la
expulsión de Javier Pinola, en tiempo adicionado. Se trató de un
bicampeonato obtenido por el equipo de Rodolfo Arruabarrena, dado que
esta Copa Argentina se suma al certamen de Primera División que obtuvo
el fin de semana último. Durante el primer tiempo Central fue
superior y le anularon una conquista para la polémica.
La acción clave ocurrió cuando Marco Ruben prevaleció
en un ramillete de futbolistas de ambos elencos y cabeceó para poner la
pelota arriba y a la izquierda de Agustín Orion, todo como consecuencia
de un magnífico tiro libre que ejecutó con su zurda Franco Cervi desde
la derecha. La escena fue anulada por recomendación del asistente
Aumente, quien consideró que hubo posición adelantada de Marcelo
Larrondo. El ex Tigre fue el primero en ir a buscar el lanzamiento de
Cervi, más allá de que en ningún momento llegó siquiera a rozar el
balón, como consecuencia de ese episodio, fue expulsado el
director técnico de los Canallas, Eduardo Coudet, quien protestó en
forma enfática, prolongada y desmedida. Los reclamos del "Chacho" tuvieron
su origen dado que Larrondo le ganó en velocidad a
Daniel Díaz y quedó la sensación de que el "Cata" le cometió una
infracción desde atrás, ya dentro del área grande.
El mediocampo
xeneize dio las habituales ventajas por las bandas y por eso muy pronto fue amonestado Pablo Pérez, por una infracción en
perjuicio de Damián Musto. Ruben exhibió su gran categoría
con ese cabezazo certero que batió a Orion, aunque el leve, casi
minúsculo y fílmico, adelantamiento de Larrondo permitió que todo
resultara invalidado y el primer tiempo concluyera a cero.
En
la segunda parte, todo parecía continuar igual, o al menos respecto de la anterior etapa, hasta que tomó distancia Peruzzi al
proyectarse por la derecha y Ferrari lo derribó desde atrás, pero
evidentemente fuera del área mayor sin embargo, el árbitro
Ceballos incurrió en un error gigantescó y cobró el penal inexistente,
que aprovechó Lodeiro para capitalizarlo con maestría, abajo y a la
derecha de García, quien había escogido apostar al poste opuesto. Desde
entonces, Central fue perdiendo claridad, en especial luego de que Ruben
le aplicara a la pelota otro cabezazo excelente que, cuando dio la
impresión de que se metía junto al ángulo superior derecho, fue el
causante de una de las más notables intervenciones desde que Orión es el
arquero de Boca. Para tratar de nivelar el tanteador, Central fue
perseverante y batallador, pero cada vez menos lúcido, más fácil de
controlar para los boquenses e inclusive quedó expuesto a los
contraataques. Asi fue que sentenció el partideo Chávez. En
definitiva, cuando fue superior a Central le faltó convertir y el error
mayúsculo del juez Ceballos se tornó determinante para que Boca se
quedara con el triunfo y con un bicampeonato en cuestión de días, los
que reflejan su crecimiento en el segundo semestre del año, en el que se
fortaleció en todos los aspectos.
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