El Bayern cerró hoy con una goleada a domicilio (0-3) su visita al
Olimpiakos en un partido en que fue claro dominador desde el
comienzo, aunque no lo logró dejar sentenciado hasta los minutos
finales.
El Bayern se apropió de la pelota desde el comienzo ante un
Olimpiakos preocupado ante todo por el orden defensivo y buscando
tímidas salidas de contragolpe.
Los bávaros tuvieron llegada y algunas ocasiones claras ya en el
primer tiempo y pusieron en dificultades a la defensa griega cada vez
que apretaban el acelerador.
Robert Lewandowski tuvo las dos ocasiones más claras en la primera
parte, la primera con un cabezazo tras una falta lanzada por
Xabi Alonso desde la izquierda y la segunda con un remate a centro de
Douglas Costa pero se encontró en las dos oportunidades con
buenas paradas de Roberto.
El gol del Bayern llegó al final de la segunda parte cuando un centro de Thomas Müller (52') desde la derecha se cerró hacia la
portería convirtiéndose en un disparo envenenado ante el que Roberto no
pudo reaccionar.
El Olimpiakos intentó remontar y tuvo una ocasión clara con
un remate desde 18 metros de Ideye ante el que Manuel Neuer reaccionó
con una gran parada.
Sin embargo, el equipo griego se mostró bastante contenido a la hora
de atacar, limitándose casi exclusivamente a pelotazos al vacío que
muchas veces no encontraban receptor.
La sentencia llegócuando Mario Götze (89') marcó desde el borde del área chica a pase de Kingsley Coman. Ya en el descuento, Müller (91') hizo el tercero al convertir un penal que se había producido por falta contra Coman.
Tres días después de cumplir 26 años, Müller anotó su tanto 29º en la
Champions League y lo hizo de
manera poco habitual: su centro desde la
derecha se envenenó y terminó superando a Roberto. Su segundo tanto, de
penal, fue la recompensa a su excelente partido y es que el atacante
fue un quebradero de cabeza para la zaga local con su constante
movilidad.
Al
final, se impuso la calidad del Bayern, los alemanes fueron más
compactos y marcaron su ritmo desde el inicio. En la segunda parte,
materializaron su superioridad.
El Olympiacos dio lo mejor de sí, pero sucumbió ante la calidad de los
jugadores del equipo alemán. Al conjunto de Marco Silva le falta
cohesión y todavía no ha alcanzado su mejor nivel.
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