Algunos espectadores se acomodaban recien en Anoeta cuando el Madrid se adelantaba al conectar Sergio Ramos (5') de cabeza al saque de un córner para poner el primero.
Ramos quería más, y como la Real no daba muestra alguna de poder reaccionar, a punto estuvo de llegar el segundo en un tiro libre directo del sevillano que repelió el larguero.
El conjunto de Carlo Ancelotti prácticamente se entrenaba con público y llegaba cuando quería a los dominios del equipo realista, que volvió a sufrir tras un grave error de De la Bella que terminó con una clara ocasión de gol de Marcelo.
El conjunto madridista dio por terminada su jornada de trabajo cuando quedaba mucho partido por jugarse y la Real, como ya no podía empeorar, mejoró y se estiró en busca de la meta de Casillas.
El público se enfureció con el árbitro al entender que había existido un penal en una acción entre Carvajal y Zurutuza, precedida por un claro remate de Granero que iba a gol.
Se durmió el Real Madrid, que pensaba que todo estaba hecho, y cerca del descanso llegó el gol realista tras un córner y tras aprovechar la pasividad de la defensa blanca, hoy de rosa, para que Iñigo Martínez (35') marcara el 1-2 y la Real volvia al partido.
El sueño del Real Madrid era muy profundo y nadie en el campo ni en el banquillo era capaz de despertarlo de su letargo, lo que aprovechó la Real para empatar el choque con una gran cabezazo de Zurutuza (41') a centro de De la Bella y resucitar el partido.
No sonó tampoco el despertador en el vestuario blanco porque en la primera jugada de la segunda mitad se salvó de encajar el tercero, cuando Agirretxe en posición inmejorable cabeceó errático un centro de lujo de Xabi Prieto.
Entraron Sergio Canales y Carlos Vela para ir ya a por el partido al comprobar que el Madrid se había descompuesto y se consumó con una acción del cántabro y Xabi Prieto que puso el balón en la boca de gol para que Zurutuza (65') marcara el tercero.
El público quería más y la Real estaba dispuesta a dárselo porque su rival no daba pie con bola, de forma que en el tramo final llegó el cuarto en una jugada de Carlos Vela (75'), mano clara, aunque al final es lo que menos importa; que levantó el estadio.
Khedira y Benzema en los últimos instantes tuvieron la opción de haber dado vida a su equipo con sendas oportunidades claras de gol pero ya la suerte estaba echada y el Madrid, como ante el Córdoba; vuelve a sembrar demasiadas dudas.
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