El argentino Di María debutó en el centro del campo de
un Manchester United que no pudo pasar del empate a cero en el campo del
recién ascendido Burnley, que sumó su primer punto en la Premier. El
mexicano Javier Hernández se quedó en la banca.
Todas las miradas estuvieron puestas en el debut de Di María, fichado
por 98 millones de dólares (75 millones de euros) del Real Madrid. Con
el "7" en la espalda, jugó como volante izquierdo junto al español
Juan
Mata, por detrás de la dupla de ataque formada por Wayne Rooney y el
holandés Robin van Persie.
Tres días después de aterrizar en Inglaterra, el "Fideo" dejó una
grata impresión, creando algunas de las mejores jugadas del United. Fue
sustituido en el minuto 70 por el brasileño Anderson y felicitado por
todo el banquillo del United.
El que fuera mejor jugador de la pasada final de la Liga de
Campeones, que todavía no está en su punto óptimo de forma, dejó algunas
pinceladas de su potencial: presión defensiva, desborde, capacidad para
combinar y para alcanzar el área rival.
Para la recta final quedó la lesión de Mata, que se retiró con problemas musculares. Le sustituyó el belga Adnan Januzaj.
En busca de la primera victoria del temporada, el United dominó el
juego desde el inicio ante el modesto Burnley, campeón de la primera
división inglesa hace más de medio siglo (1960), que levantó las alertas
de los visitantes a los tres minutos, cuando David Jones estrelló un
balón contra el palo de De Gea.
Van Persie ensayó un remate
al cuarto de hora que detuvo el portero del Burnley, el inglés Tom
Heaton, y Di María colgó diversos balones al área en busca de un remate
que hiciera subir el primer tanto al marcador, que sin embargo llegó
equilibrado al descanso.
Más allá de un penal que los Diablos Rojos reclamaron en el último tramo
de los primeros 45 minutos y de la oportunidad del delantero holandés,
los de Van Gaal cerraron el tramo inicial del duelo sin haber creado
sensación de peligro en el área del Burnley.
Fue de nuevo Van Persie, tras una jugada de Di María, quien volvió a
poner contra las cuerdas a los locales al cuarto de hora del segundo
tiempo con un disparo que sacó de la línea un defensa.
A veinte minutos del final, Rooney trataba de retrasar su posición
para recibir más balones, pero al United le faltaba frescura en los
últimos tres cuartos del campo para inquietar a los de Sean Dyche.
Di
María, tras sufrir molestias durante el duelo, fue sustituido en el
último tramo del partido, en el que los "Diablos Rojos", que volvieron a
reclamar un penal a pocos minutos del final, se mostraron incapaces de
superar al recién ascendido Burnley, que todavía no había sumado punto
alguno en la Premier.
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