
Esa meta está a punto de cumplirse por la demostración de sobriedad que mostró tras ganar su segundo partido consecutivo en el grupo C. Después de vencer con contundencia a Grecia por 3-0, los africanos de Costa de Marfil, también victoriosos ante en su primer choque con Japón (2-1), eran una dura prueba para comprobar el verdadero potencial de los "cafeteros".
Salieron de ella con buena nota, con buen fútbol y con capacidad de sufrimiento en los momentos duros, Colombia consiguió una victoria basada en el buen juego de Juan Cuadrado, la salida desde el banquillo fulgurante de Juan Quintero y el acierto de James Rodríguez.
Fue éste último el encargado de abrir el marcador tras rematar de cabeza un córner sacado por Cuadrado. El 1-0 no bastó a los hombres de Pekerman, que poco después, por medio de Quintero, hizo el segundo de Colombia. Gervinho creó incertidumbre con su tanto para Costa de Marfil, pero el cuadro sudamericano aguantó hasta el final el marcador.
Éste no se movió en el encuentro que disputaron Grecia, que aguantó la avalancha japonesa, sobre todo en el segundo tiempo, en el que los nipones asediaron la portería que hoy defendió Orestis Karnezis, de los mejores de un equipo desdibujado.
Pero ahí se mantiene Grecia, con sus opciones intactas, sólo ha marcado dos goles en todos sus partidos mundialistas, que ascienden a ocho, pero con su pobre juego aún puede disputar los octavos de final con una victoria frente a Costa de Marfil y mirando de reojo los goles de Japón, que también debe ganar a Colombia.
El equipo asiático podría lamentar las ocasiones de las que disfrutó a lo largo del encuentro, jugó bien, como en el primer partido ante Costa de Marfil, pero no pudo concretar su buena actuación.
Atsuto Uchida tuvo las dos mejores oportunidades, pero se fueron al limbo y podrían lamentarlo en una última jornada eléctrica en la que sólo Colombia tendrá los deberes hechos.
*Con datos de Terra
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