Un gol del francés Demba Ba (45') al filo del descanso y otro del brasileño
Willian (91') en el tiempo añadido dieron la victoria al Chelsea
en Anfield ante el Liverpool (0-2) y metieron a los de José Mourinho de
nuevo en la lucha por la liga inglesa a falta de dos jornadas para la
conclusión del campeonato.
Los "reds", que perdieron la
ocasión de dejar la Premier prácticamente sentenciada y ven su ventaja
respecto al Chelsea reducida a dos puntos, quedaron atascados en la
densa defensa del conjunto londinense, que controló los espacios y
desactivó al uruguayo Luis Suárez.
El Chelsea, que el
miércoles disputará en Stamford Bridge la vuelta de las semifinales de
la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid, recibirá la próxima
jornada al Norwich y visitará al Cardiff en el último encuentro del
torneo.
Por su parte, el Liverpool, que había ganado sus
últimos once partidos de liga, se desplazará para enfrentarse al Crystal
Palace y cerrará la temporada en Anfield ante el Newcastle.
Mourinho
había amagado durante esta la semana con sacar un once debilitado ante
el Liverpool por el crucial compromiso europeo de esta semana, sin
embargo alineó finalmente a un equipo competitivo, a pesar de sus
numerosas bajas.
El portero Petr Cech estaba descartado
por una luxación de hombro, John Terry por su lesión de rodilla, Eden
Hazard por molestias en un gemelo y Samuel Eto'o por otra dolencia de
rodilla, mientras que Ramires estaba sancionado.
Con todo,
el Chelsea alineó a algunos de sus hombres clave: Ashley Cole mandaba
en el lateral izquierdo, mientras que Branislav Ivanovic acompañaba en
el centro de la defensa al joven Tomás Kalas, de 20 años, que dio
descanso a Gary Cahill en esa posición y fue una de las escasas
sorpresas que se reservó Mourinho en la alineación.
Frank
Lampard y John Obi Mikel, ambos sancionados en la Champions, se
situaron en el centro del campo acompañados por Nemanja Matic, que no
puede disputar competiciones europeas con los "blues" este año, lo mismo
que Mohamed Salah, que entraba hoy por la derecha.
El
Chelsea cedió desde el inicio del partido la iniciativa al Liverpool,
que triangulaba con paciencia con Steven Gerrard al mando y Suárez en
punta.
Como ya hizo en el Vicente Calderón la semana
pasada, el equipo de Mourinho se ordenaba por detrás de la pelota para
tapar cualquier espacio al rival.
Con todo, los "reds"
lograron fabricar dos ocasiones en los primeros compases del duelo. El
brasileño Philippe Coutinho avisó al rematar desde el
área pequeña una volea que salió desviada.
Poco después,
Cole sacó de la línea un balón que había rebotado en la espalda de Mikel
a la salida de un córner y que quedó a pocos centímetros de convertirse
en el 1-0.
A pesar de esas dos llegadas, el potencial
atacante que ha demostrado el Liverpool esta temporada (es el equipo más
goleador de la liga inglesa, con 96 tantos) se desvanecía esta tarde
ante la mejor defensa de la Premier, que tan solo ha recibido 26 goles
hasta ahora.
Suárez estaba desaparecido y Gerrard, que
luchaba por encontrar espacios entre la maraña de jugadores del Chelsea,
cometió un error funesto al filo del descanso que echó por tierra el
trabajo de los de Brendan Rodgers.
El mediocampista inglés
resbaló en la peor zona del campo posible y Demba Ba, más atento que
nadie, se hizo del balón y encaró en solitario al portero belga Simon
Mignolet, que salió hasta el borde del área pero no pudo detener el
tiro raso y centrado que lanzó el atacante "blue".
En la
segunda parte no cambió el planteamiento del partido, el Liverpool,
lanzado al ataque, se quedaba trabado a la entrada del área del Chelsea y
sufría cada vez más ante las arremetidas de los de Mourinho a la
contra.
El
galés Joe Allen obligó a Schwarzer a despejar un difícil disparo al
cuarto de hora del segundo tiempo, mientras que Mignolet detuvo poco
después un fuerte tiro de André Schürrle, especialmente inspirado por la
izquierda.
Para amarrar el resultado, Mourinho acabó el
duelo situando a cinco defensas en su última línea: Cahill se sumó a
Ivanovic y Kalas en el centro (sustituyó a Shürrle), con Azpilicueta y
Cole en los laterales, y se configuró así un cerrojo en el área del
Chelsea que negó al Liverpool cualquier ocasión, a pesar de que Suárez
probó a Schwarzer poco antes del final.
Aún tuvo tiempo el
Chelsea de sentenciar el partido con su segundo gol, gracias a un
contragolpe que condujo el español Fernando Torres, que acababa de salir
del banquillo, y concluyó Willian rematando a la red.
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