El Barcelona dio hoy el penúltimo paso hacia la final de
la Copa del Rey al derrotar a la Real Sociedad en el Camp Nou (2-0), en
un partido que el conjunto azulgrana dominó y que se le
puso muy cuesta abajo con el gol de Busquets (44') y la expulsión de Íñigo
Martinez al filo del descanso.
Faltaban tres minutos para el final de la primera mitad
cuando Vela se plantó delante de Pinto, pero el punta mexicano,
desequilibrado por Mascherano, estrelló su disparo forzado en el pie
derecho del meta azulgrana, mientras el Camp Nou respiraba primero
aliviado y coreaba el nombre del sustituto de Valdés poco después.En la jugada siguiente, Sergio Busquets hacía el 1-0 al resolver un lío en el área a la salida de un córner y perforaba por fin la meta de Zubikarai, después de que el Barça hubiera desperdiciado media docena de ocasiones claras en la primera mitad.
El tanto local enojó al donostiarra Íñigo Mártinez, que
corrió a protestarle al árbitro el más que posible penal que se
acababa de producir en la otra área, y acabó expulsado con roja
directa.
El partido pasó de un posible 0-1 con expulsión de
Mascherano incluida al 1-0 y siendo la Real el equipo que debía jugar
toda la segunda parte con un hombre menos.Esa fue la jugada clave de un encuentro extraño, difícil de explicar, a los locales, faltos de confianza, les costó entrar en el choque. La Real Sociedad sabía que al rival llegaba "tocado" a la Copa y jugó con eso mientras pudo.
Griezmann la tuvo al inicio, al francés le cayó en la frontal un mal despeje de Mascherano y puso a prueba a Pinto con un tiro seco que encontró una buena respuesta en el hoy ciertamente inspirado meta azulgrana.
Griezmann tuvo la primera de la Real al principio del partido y Vela la última antes del descanso. Entre una y otra, el Barça, de menos a más y con más oportunidades que fútbol, pudo hacer media docena antes de que apareciera Busquets para marcar el 1-0.
Zubikarai despejó a córner un remate fallido de Cesc, Alexis envió al exterior de la red un disparo con el meta visitante prácticamente batido y Messi tuvo un doble ocasión que obligó a lucirse de nuevo al portero de la Real Sociedad.
El partido ya no tuvo historia tras la reanudación, la Real, con un hombre menos, solo aspiraba a salir vivo del Camp Nou, había perdido a Mikel González por lesión en la primera parte y encima se complicó aun más la eliminatoria al meterse un gol en propia puerta al cuarto de hora de la segunda.
Alexis recibía de Cesc al espacio y cruzaba el balón contra el palo, el rechazo fue a parar a Elustondo quien, en lugar de enviar fuera el esférico, lo estrelló contra el cuerpo de su portero antes de que acabara en el fondo de la red (60').
Ni siquiera brilló el Barça a partir del 2-0, pese a jugar con el marcador a favor, en superioridad numérica y con una Real entregada que renunció hasta salir al contragolpe, le faltó continuidad, precisión en la circulación y esa confianza en su fútbol que parece haber perdido en las últimas semanas.
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