Keller sorprendió a todos con la alineación, y salió sin un solo delantero, siendo Kevin-Prince Boateng el hombre más adelantado del equipo alemán, pronto estuvo cerca de justificar la decisión de su entrenador, pero no acertó con la volea, su espectacular remate salió rozando el poste de la meta defendida por Yann Sommer.
Dejando de lado esa ocasión, el Basilea se recompuso bien, algo que sorprendió por sus respectivos estados de forma en sus ligas, el fútbol más fluido y dinámico vino de las botas de Mohamed Salah, pero por desgracia para el equipo suizo su mejor ocasión se fue desviada por poco.
El jugador egipcio era la principal preocupación del Schalke, sin embargo los locales tenían muchos problemas para perforar la línea de cuatro del equipo visitante, ambos equipos trataron de llevar la iniciativa tras el descanso, pero antes Roman Neustadter y Marco Streller tuvieron un par de ocasiones de cabeza en el área rival.
Neustadter estuvo cerca de marcar poco después del paso por los vestuarios pero su volea, que estaba destinada a acabar en el fondo de la red, se estrelló en el larguero después de que Fabian Frei desviara su remate, la oportunidad llegó tras una gran jugadas de Draxler, que no esperó mucho para aportar su toque de calidad en el encuentro, la defensa sacó el córner fuera del área y el balón le llegó al jugador de 20 años que, con una elegante media volea, batió a Sommer, técnica y estéticamente, fue un golazo.
Behrang Safari y Schar estuvieron cerca de lograr el empate mientras que el sustituto Giovanni Sio obligó al guardameta del Schalke Timo Hildebrand a una gran intervención, pero pese a los intentos, el conjunto de Murat Yakin no pudo sumar su segunda victoria en la fase de grupos.
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