Barcelona no permitió más alegrías en Celtic Park a su costa y se llevó un triunfo ante el Celtic (1-0) con un
tanto de Cesc (75'), cuando el equipo escocés se había quedado con 10
jugadores, tras ser expulsado el capitán Brown por agredir a Neymar.
Al
Barza le costó un mundo derrotar a un duro Celtic, no tuvo la pegada de
otros partidos y se limitó a controlar el choque, agotar a su rival y
cocinar a fuego lento una victoria que se trabajó con ahínco.
Buena
primera parte del Barcelona, que tuvo al Celtic sometido y buscó con
calma desnivelar el marcador.
El fútbol del
equipo español fue muy eléctrico, con un elevado movimiento del balón y
con un sentido grupal para recuperarlo cuando lo perdía, el equipo del
Tata Martino, a pesar del escaso acierto goleador, firmó unos más que
interesantes primeros 45 minutos, que los vivió con un Neymar a ráfagas.
El Celtic sintió que
un ciclón lo había engullido, y como estaba previsto basó toda su suerte a
que Samaras sacase petróleo de alguna acción, como cuando en el minuto
5, después de una buena oportunidad azulgrana, el Celtic tuvo la suya,
pero Víctor Valdés cubrió bien el disparo del griego, que rebotó en el
pecho del guardameta.
Ambrose, al cuarto de hora, puso un
pie certero para desbaratar un disparo de Cesc y tres minutos después
Iniesta disparó alto, tras un quiebre a un rival fuera del área.
Los
mejores momentos de Neymar los firmó el brasileño a partir del minuto
24, en acciones por la banda izquierda y con conducciones largas que
pusieron en alerta a la defensa del Celtic.
Antes de que el
brasileño malograse la acción más clara de gol de los azulgranas, en el
minuto 40, con un disparo que rozó el poste, Neymar se fue al suelo
tras recibir un cabezazo fortuito de un rival y durante algunos minutos
estuvo algo desorientado.
La última ocasión de la primera
parte la tuvo el Barça en el minuto 45, en un tiro libre esquinado en el
que Forster envió el balón a córner, tras el disparo de Xavi.
Para la segunda etapa, el
Barcelona entró en una fase en la que su fútbol decayó, se ralentizó y,
a pesar de tener el balón, era incapaz de sacar algún provecho que no
fuese con disparos de larga distancia, como uno de Xavi y otro de
Busquets, sin ninguna relevancia.
El partido tuvo un cambio
de ritmo cuando en el minuto 58 una carrera en solitario de Neymar
desde su campo fue interceptada por Brown, que lo derribó y, ya en el
suelo el brasileño, lo pateó, el árbitro le expulsó con roja
directa.
Con un hombre más, el Barça se encontró delante a
un equipo que fue un verdadero frontón, hasta que en el minuto 73 el
conjunto escocés se vino arriba y tuvo dos clarísimas ocasiones, la
mejor en una acción del recién entrado Forrest, cuyo disparo fortísimo
fue neutralizado por Valdés.
Entusiasmado Celtic Park, que
vio la luz y la posibilidad de dar el golpe con 10, el Barça echó un
jarro de agua fría cuando lanzó un contragolpe letal, en el que Neymar
envió a un rápido Alexis, quien vio en el centro del área a Cesc, cuyo
remate de cabeza acabó en gol.
El Barça pudo cerrar
el partido con dos disparos seguidos de Neymar y Alexis a los que
Forster respondió con dos buenas intervenciones, no menos espectaculares
que la que firmó en el tiempo añadido tras otro tiro del brasileño en
un mano a mano.
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