LANÚS ELIMINA RIVER Y ES SEMIFINALISTA

Lanús, con una muy buena actuación colectiva, avanzó a las semifinales de la Copa Sudamericana 2013 al vencer como visitante a River Plate por 3-1 en el desquite del duelo entre equipos argentinos por los cuartos de final jugado en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Diego González (6'), el uruguayo Santiago Silva (31') y el paraguayo Víctor Ayala (71') convirtieron los goles para el triunfo granate, y el colombiano Teófilo Gutiérrez (8) descontó para los "millonarios".
Así, Lanús se aseguró la serie con un marcador global de 3-1, ya que en el cruce de ida, en el sur bonaerense, habían empatado 0-0; en las semifinales, el "granate" se enfrentará con el vencedor de la serie entre el argentino Vélez Sarsfield y el brasileño Ponte Preta.
Lanús sacó provecho de cada oportunidad, y desde temprano se encargó de liquidar una serie que se preveía más incierta, ya que apenas iban seis minutos cuando se puso 1-0 en una buena jugada del "Tanque" Silva, que arrastró las marcas y habilitó a Somoza; el volante remató desde el borde del área, y González, con un tacazo, cambió la dirección del balón para descolocar a Barovero.
Con la tranquilidad que le daba la ventaja prematura, Lanús buscó manejar la pelota en el medio, y lo consiguió con el despliegue de Somoza y la habilidad del "Pulpo" González, que se convirtió en el eje del equipo y en la figura de la cancha; en el ataque, Acosta y Melano aportaban dinámica y velocidad, y Silva no dudaba en luchar cada pelota con la defensa local.
A partir de ese buen funcionamiento colectivo, Lanús le cerró los caminos a un River que intentaba reaccionar, pero recibió otro impacto demoledor cerca de la media hora, en una gran acción colectiva; la empezó González, que habilitó a Melano, quien desbordó por la derecha y envió el centro; Acosta, que se llevó las marcas, dejó pasar el balón y Silva, solo, tocó ante el arco vacío.
Ramón Díaz hizo tres cambios en el entretiempo para tener más volumen en ataque, pero también se encontró con un Lanús que le cedió la tenencia del balón y se replegó en su terreno, pero con orden y sin permitirle un solo resquicio a un River que, obnubilado, sólo generaba peligro con los potentes tiros libres de Jonathan Fabbro.
El volante paraguayo generó la ocasión más propicia con un bombazo que se estrelló en el poste derecho; "Teo" Gutiérrez tuvo su oportunidad, pero el delantero remató débil cuando estaba frente a Marchesín.
En su adelantamiento, River dejaba mucho campo a sus espaldas, y Lanús esperó la oportunidad para aumentar; advirtió Melano con una corrida solitaria en la que exigió al arquero Barovero, y no perdonó Ayala, recién ingresado, cuando recibió un gran pase de Acosta.
La derrota caló hondo en los hinchas de River, que entonaron cánticos de reprobación hacia sus jugadores, y no los calmó el descuento de Gutiérrez, apenas válido para la estadística, muy cerca del final, cuando ya no había margen para la hazaña.

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