La derrota por 2-1 del Atlético Paranaense en su visita al Criciuma sentenció matemáticamente el título del Cruzeiro, que a segunda hora de la jornada rubricó la estrella con un triunfo por 1-3 sobre el Vitoria, en Salvador.
Ricardo Goulart (36') abrió el marcador en el primer tiempo para el Cruzeiro,
luego Dinei (50') igualó transitoriamente para los dueños de casa, pero William
(71') y el mundialista Julio Baptista (70') aumentaron y sellaron así el
triunfo por 3-1.
Ni
los más fanáticos tenían fé en el equipo al comienzo de la temporada,
después de que la directiva vendiera al Santos a su mejor hombre, el
argentino Walter Montillo, y contratase a quince jugadores nuevos y al
entrenador Marcelo Oliveira, quien hizo carrera en el Atlético Mineiro,
su máximo rival en Belo Horizonte.
Para
montar el equipo, Oliveira se trajo a tres buenos jugadores que conocía
bien y a los que ya había dirigido: el defensa Dedé y el centrocampista
Nilton, ambos del Vasco da Gama, su último equipo, y el media punta
Éverton Ribeiro, del Coritiba, club que entrenó en 2012.
Además
fichó a un media punta prometedor como Ricardo Goulart, procedente del
Goiás, y a dos delanteros veteranos como Dagoberto y Borges, quienes,
sin ser arietes de primer nivel, siempre fueron sinónimo de un puñado de
goles por temporada.
No pudo tener más
acierto, Dedé, único jugador de la plantilla que a veces es convocado a
la selección brasileña, aportó el equilibrio defensivo que le faltaba al
club en la temporada anterior.
Ricardo
Goulart, Éverton Ribeiro y Willian, delantero cedido en julio por el
Metalist ucraniano, encajaron a la perfección y han contribuido a armar
un ingente volumen de juego con el que han apabullado a la mayoría de
sus rivales.
En un equipo equilibrado,
donde ningún jugador hace sombra a sus compañeros, Éverton Ribeiro ha
destacado por sus goles, por su habilidad en el regate y ser uno de los
mejores pasadores de la liga, con ocho asistencias.
A pesar de ser el equipo más ofensivo del campeonato, con 72 goles, 19 más que el segundo; el Atlético Paranaense, el Cruzeiro carece de un artillero.
Borges y Ricardo Goulart, con
diez; Nilton, Willian y Éverton Ribeiro, con siete;
Luan y Vinícius Araújo, con cinco, han sido los principales
rematadores en la liga.
A mitad de campaña, en agosto, se sumó al equipo una figura como Julio Baptista, que regresó a Brasil
después de una década en Europa, pero debido a las lesiones ha jugado
poco y ha estado lejos de su pleno rendimiento, aunque hoy dejó su marca
y anotó el tercero de la noche.
La
temporada comenzó con más amarguras que alegrías: su más enconado rival,
el Atlético Mineiro, ganó la Libertadores y le arrebató el campeonato
regional, y con una plantilla nueva, el Cruzeiro no figuraba en ninguna lista de favoritos en la liga.
Sin
embargo, comenzó el torneo de forma arrolladora, con un aplastante 5-0
sobre el Goiás que le dio el primer puesto en la primera jornada.
Durante
las primeras quince fechas se alternó en el liderato con el Botafogo,
pero a partir de la jornada 16, lo recuperó y ya nadie le apartó del
puesto de honor.
Justo en ese momento, a
finales de agosto, el equipo sufrió un revés inesperado que afectó al
grupo anímicamente: la inesperada eliminación en los octavos de final de
la Copa de Brasil contra el Flamengo.
A
pesar del golpe, la eliminación copera le sirvió para concentrar las
fuerzas en la liga y encadenó una racha de nueve victorias y dos
empates, con triunfos sobre rivales directos, 3-0 al Botafogo y 1-0 al
Atlético Paranaense, con lo que se puso a una distancia que ya sería
inalcanzable.
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