River fue efectivo en el Nuevo Gasómetro y en la revancha aguantó los embates del rival y terminó festejando el pasaporte hacia nueva instancia del certamen.
San Lorenzo terminó con la amargura de no poder acertar las claras chances que tuvo en el Monumental y se retiró con las manos vacías.
Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi tuvieron la primera a los 9 minutos, con un remate cruzado de Ignacio Piatti que sacó Marcelo Barovero con los puños, y luego a los 19', el propio arquero tuvo que "volar" para despejar una pelota en el ángulo superior izquierdo, luego de una pared edificada por Gonzalo Verón y el uruguayo Martín Cauteruccio.
El arquero local se fue transformando de a poco en figura porque estando bien ubicado era el líbero de una defensa permeable.
A los 27', probó Angel Correa y contuvo Barovero, cuatro minutos más tarde, Barovero debió estirarse a la derecha tras un disparo de Piatti, y a los 41', sacó con sus piernas una pelota en la que Cauteruccio no pudo llegar.
En el complemento, San Lorenzo fue incisivo durante el primer cuarto de hora, pero poco a poco se fue diluyendo y terminó teniendo algo de protagonismo River.
Leandro Navarro estrelló un tiro libre al travesaño en posición de número 10, se jugaban 13', Piatti dejó en el camino a Jonatan Maidana y Leonel Vangioni y Barovero con la rodilla sacó al córner.
River no tuvo ideas, el ingreso de Federico Andrada le dio más frescura al ataque, pero ni siquiera eso pudo aprovechar el dueño de casa, aunque tuvo una chance aislada a los 30', con Andrada, tras una pifia de Carbonero dentro del área.
Después cerca del final lo tuvo San Lorenzo en dos oportunidades, una tapada fenomenal de Barovero ante Cauteruccio y luego el delantero uruguayo se lo perdió solo con un cabezazo por arriba.
River contestó recién a los 42', con un remate alto de Carbonero, y en tiempo agregado con un disparo de Osmar Ferreyra que sacó Sebastián Torrico.
River, aun sin brillar, encontró seguridad en las manos del arquero Barovero, decisivo a lo largo de los 180 minutos de la llave, y se quedó con una clasificación trabajosa, ante un San Lorenzo que vendió cara la derrota, y que pagó un alto precio por su falta de contundencia en el área rival.
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