
El equipo nariñense que tenía claras opciones de ser finalista, sufrió
un traspié en la noche de hoy en su estadio el Departamental
Libertad de la capital nariñense y con la derrota se estancó en seis
puntos, resucitando a las "Águilas Doradas", que tiene los
mismo puntos y son segundos del grupo detrás de Tolima que es líder con
siete unidades, Atlético Nacional que es último tiene 5
puntos.
Las acciones de juego mostraron a un Deportivo Pasto bastante
organizado, que en los primeros minutos impuso su ritmo de juego,
incluso, tuvo aproximaciones al arco contrario a través de la pelota
quieta pero poco a poco, el equipo local se fue diluyendo, la situación
llenó de confianza a Itagüí, que sin ser ofensivo, le daba movimiento
al juego.
Al minuto 11 los visitantes se quedaron con 10 hombres, debido a la
expulsión directa de Víctor Cortez, quien le pegó un zapatazo a Marlon
Piedrahita, justo en la mirada del juez de línea.
La desventaja obligó a que el técnico Jorge Luis Bernal replanteara su
esquema de juego y metiera un hombre más de marca, para bloquear la
parte defensiva y no generarle espacios a Deportivo Pasto de mitad de
cancha hacia atrás.
Por su parte, los locales intentaron una y otra vez llegar al gol, pero
no lo lograron durante los primeros 45 minutos, retirándose los equipos
al camerino con un empate a cero de manera parcial.
Para la parte complementaria, Pasto realizó variantes en la zona de
mitad de cancha y en el ataque, porque Juan Guillermo Vélez y Fram
Pacheco, según declaró a la prensa el asistente técnico Pedro Álzate,
presentaban molestias y su nivel físico no era el mejor.
El equipo nariñense fue insistente en el
ataque, pero generó espacios en zona defensiva, que en contragolpe al
minuto 49 fueron aprovechados por Yessy Mena (49'), quien había ingresado
finalizando la primera mitad, recibió un pase de Luis Quiñones y
definió por encima de la humanidad de Oscar Ramos, debutante como
arquero titular en Liga Postobón con Deportivo Pasto.
De ahí en adelante, el equipo visitante se abroqueló en su terreno y
por incisivo que fue Pasto, nunca logró alcanzar el empate, algunas
veces por falta de efectividad y en otras porque el arquero Julián Meza,
se convirtió en salvador de su equipo.
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