Al ritmo de un nuevo líder como Neymar, Brasil conquistó el titulo en su templo Maracaná, cerrando el ciclo glorioso de la selección española, que mantuvo la grandeza pese a la derrota por 3-0.
Era la gran oportunidad de la Roja de imponer su estilo en un triunfo que sería legendario, la victoria y el título que le faltaba, pero se topó con un rival majestuoso.
Brasil sumó la potencia física y el orden táctico que impone Scolari y mantiene la magia gracias a futbolistas como Neymar, nacen con ella en las venas.
Empujados por la carga anímica que significó
la emotiva entonación de su himno nacional, los anfitriones salieron
decididos a marcarle el terreno al campeón mundial, el premio llegó
rápido: tras un centro de Hulk, Piqué no pudo rechazar, el balón quedó
botando en el área menor y Fred (2'), desde el piso, puso fin a los 304 minutos que llevaba "La Roja" sin recibir goles.
España intentó pasar el mal trance como mejor sabe: teniendo el balón, sin embargo, Brasil
era rápido, preciso y vertical, y a punto estuvo de ampliar la
distancia dos veces, pero Oscar marró desde una inmejorable posición y Casillas detuvo en dos tiempos una sutileza de Paulinho.
Aun
sin sentirse cómodos por la presión brasileña, los europeos hicieron
pie allá por los 15' y, de a pocos, emparejaron las acciones,
Julio César debió esforzarse para desviar un intento de Iniesta,
situación que derivó en un córner cabeceado peligrosamente por Fernando
Torres.
Brasil acarició otra vez el segundo en los pies de Fred, que perdió un claro mano a mano con Casillas, sin embargo, apenas tres minutos después de una milagrosa barrida de David Luiz ante un tiro de Pedro, el local estiró la ventaja a través de un imponente zurdazo de Neymar (44'), quien festejó entre el público.
España se enfrentó al peor escenario posible en el mismísimo comienzo del complemento, primero, porque Neymar vió entrar a Fred
por detrás suyo, dejó pasar un balón que iba para él y se deleitó con
la definición cruzada del goleador (47') y luego, por el penal que
falló Sergio Ramos (55').
Vicente
del Bosque buscó variantes con los ingresos de Jesús Navas y David
Villa, aunque se vió en mayores problemas cuando Gerard Piqué se fue
expulsado por derribar a Neymar, pese a esto, Julio César se lució ante Pedro y frente de Villa.
Para España, la final estaba perdida y había que evitar el ridículo, Brasil no
frenaría, tenía un mensaje que lanzar al mundo y España
mantuvo la grandeza del campeón para caer atacando.La Confederaciones se clava como una espina y sirve de aviso para el Mundial que asoma en el que la Roja ya no será la gran favorita.
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