UN BRILLANTE BAYERN HUMILLA AL BARCELONA EN EL CAMP NOU Y ES FINALISTA

Una goleada histórica (0-3) sobre el Barcelona, 7 a 0 en el global, le ha permitido al Bayern Munich clasificarse a lo grande para su décima final de la Champions, que jugará ante el Borussia Dortmund, tras imponerse sin paliativos a un disminuido Barcelona.
A modo de traspaso de poderes, el equipo de Jupp Heynckes dio una lección de fútbol en el templo barcelonista, acostumbrado a ofrecer exhibiciones en los últimos años, los azulgrana vieron la otra cara de la moneda y cedieron ante el incontestable fútbol de un gran Bayern.
El Barça ya era un equipo descabezado desde la alineación, un equipo sin alma que tuvo que apuntarse demasiado pronto a la épica, el Bayern no se conformó con mantener la calma y recordar la ventaja de la ida, los alemanes estuvieron dispuestos a sacudirse de una vez por todas la maldición del Camp Nou, el agrio recuerdo de aquella final de la Champions de 1999 perdida ante el Manchester United.
El Barça no era el Barça y el Bayern parecía la mejor versión del Barça de siempre, automatismos, intensidad, intención y gran coordinación entre las líneas, Heynckes ha construido una obra de arte.
La velocidad de Arjen Robben y el juego al espacio llevó a los azulgrana por el camino de la amargura, Vilanova decidió arriesgar con una defensa con tres y Alves jugando más por el carril en ataque que en defensa.
En ataque, el Barça estuvo sin ideas, poco preciso y sin velocidad de ejecución, el primer remate a puerta de los catalanes fue un disparo desde fuera de área de Pedro (24'), un recurso nada habitual en el juego de toque de los azulgrana.
Con el paso de los minutos, recuperó la posesión de balón el Barça, pero sin profundidad, el Bayern, que nunca perdió la compostura, nunca fue conservador, su fútbol, su físico, su colocación y su solvencia amilanó a los locales, quienes no tenían respuestas.
Un gol de Robben, en el minuto 48, fue el principio del fin, el Barça nunca se creyó en la posibilidad de remontar el partido y su alicaído fútbol fue el reflejo del estado de ánimo en el que se encontraba hoy.
En muchas ocasiones durante la presente temporada, especialmente durante la segunda parte de la misma, los azulgrana habían dado la impresión de que el Barcelona ya había jugado sus mejores partidos, hoy fue la constatación, agotado y sin rumbo.
De un año para otro, el equipo azulgrana ha vuelto a alcanzar las semifinales de la Champions, pero ahora ha caído de la peor de las maneras por un parcial 7-0, el peor parcial encajado por los azulgrana en la historia de las competiciones europeas, puesto que al gol de Robben se añadió un tanto marcado en propia puerta por Gerard Piqué en el minuto 72 y otro más por Thomas Muller en el 76'.
El Bayern dió una lección de sobriedad y no bajó el pistón en ningún momento, dispuesto a ahondar en la herida de los azulgrana, el equipo de Heynckes jugará su décima final de la Champions, su rival será el Dortmund en una final alemana, será la cuarta vez en la historia de la competición que dos equipos del mismo país se medirán para conquistar la "Orejona".

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