El Napoli forjó su victoria en la segunda parte, en la que logró sus tres goles, primero con el eslovaco Marek Hamsik que abrió el marcador en el minuto 53, diez minutos despues el uruguayo Edinson Cavani (63') lograse el segundo, de penal.
Jugó mejor el conjunto celeste, de las manos, o más bien de los pies, de Cavani, Zúñiga y Dzemaili, en particular el uruguayo que estuvo muy bien y tuvo las dos mejores ocasiones de su equipo en la primera etapa, un zurdazo y un derechazo que terminaron fuera por poco.
Bologna, por su parte, no estuvo muy bien e hizo muy poco, pero jugó con atención y lo poco hecho le alcanzó para crear un enorme peligro, cuando Gilardino desvió bien un centro poderoso desde la izquierda pero el esférico, tras su frentazo de precisión, terminó por salir susurrándole a un palo sus deseos de gol.
En el complemento la visita bajó con el claro intento de cambiar ritmo y acelerar y fue justamente lo que hizo, el 1 a 0 le puso en bajada el partido a Nápoli, que al minuto 18 aumentó la ventaja con un penal que Cavani se ganó con un gran pique, anticipándolo al portero que lo bajó claramente, y que el mismo "Matador" transformó en el 2 a 0, pateando de manera certera desde los once pasos.
El partido no tenía más historia, pero para no arriesgar absolutamente nada, cuatro minutos más tarde el delantero uruguayo de la visita entró en el área y se alargó un poco el balón, de manera que el esférico le llegó a Dzemaili: el suizo entraba con todo desde afuera del área y fue muy rápido en conectar de primera, con la zurda, para mandarla a guardar entre las piernas del portero local.
En lo que quedó, Maggi anotó el cuarto gol, anulado por off-side, y más tarde, cerca del final, tuvo que salir por un tremendo golpe sufrido, dejando a su equipo algunos minutos con un hombre menos porque Mazzarri ya había utilizado todos los cambios.
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