La selección de la República Checa se impuso a domicilio a la de Turquía (0-2) y cumplió la tradición en los duelos entre ambas.
Fue el undécimo triunfo checo ante los turcos en diecisiete duelos entre ambos equipos.
Krejci adelantó a los visitantes a los cuatro minutos, ante una
selección turca que tuvo como protagonista destacado a su portero, Onur
Kivrak.
Turquía intentó reaccionar e hilvanó algunos
ataques con cierto peligro, pero se estrellaron siempre en la bien
organizada defensa de la selección checa, que, antes del descanso, en el
minuto 28, dejó prácticamente sentenciado el partido con un tanto de
Lafata.
Turquía no consiguió cambiar el guión tras el
descanso y los checos no tuvieron que esforzarse en demasía para
conservar su ventaja y rubricar la victoria.
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