Italia consiguió empatar a un gol, el
duelo "amistoso" de selecciones subcampeonas que disputó contra Holanda,
un resultado que no hizo justicia a lo visto sobre el terreno de juego,
con una selección "azzurra" que empezó 2013 como terminó 2012, con
dudas sobre su juego.
El combinado del seleccionador
holandés Louis Van Gaal, supo plantarse en el terreno
de juego desde el primer momento y fruto de ello llegó el tanto de
Jeremain Lens (33').
Pero Italia consiguió darle la vuelta al
resultado ya en el tiempo de descuento, con un gol del joven
centrocampista del Paris Saint-Germain Marco Verratti (90'), que igualó el
marcador del encuentro entre los italianos, subcampeones de Europa, y
Holanda, subcampeona del Mundo,
cuando la afición local ya celebraba la victoria.
A pesar
del mal menor del resultado del encuentro disputado este miércoles en el
Amsterdam Arena, la Italia de Cesare Prandelli volvió a no encontrar su
lugar en el campo y mostrar las dudas que ya ofreció en el amistoso de
noviembre contra Francia, que se saldó con una derrota "azzurra" por 1 a
2.
En la primera parte Holanda llevó
la voz cantante, gracias, sobre todo, a las incursiones por la banda de
Robin Van Persie y la acción ofensiva de un voluntarioso Adam Maher,
quien más hizo sudar al portero italiano, Gianluigi Buffon, obligándole a
realizar dos paradas casi imposibles.
De las botas de Van
Persie salió en el minuto 33 la jugada del gol holandés, tras un pase
suyo con el exterior que terminó llegando al área pequeña y que, después
de que la defensa italiana no consiguiera despejar, llegó a Lens para
firmar un tanto en el que algunos jugadores de Italia vieron un control
con el brazo.
exceptuando el trabajo de Buffon, en los
primeros 45 minutos gran parte del combinado de Italia estuvo
desaparecido y descolocado en el terreno de juego (sobre todo el creador
de juego, Andrea Pirlo), salvo los "milanistas" Mario Balotelli y
Stephan El Sharaawy, aislados en la delantera.
Para
intentar remediar esa falta de conexión entre la portería y la
delantera, Prandelli sustituyó al comienzo de la segunda mitad a Pirlo y
a Antonio Candreva, toda vez que Van Gaal sacó del campo a Van Persie
para darle descanso y en su lugar puso al ex madridista Arjen Robben.
Con
esos cambios italianos en el centro del campo, la defensa de la
selección "azzurra" siguió muy dubitativa en los primeros minutos de la
segunda parte, en la que la tensión fue creciendo por minutos y quedó
mejor plasmada en un pelotazo de Balotelli tras escapársele el balón por
la banda.
Tal fue así, que Prandelli decidió en ese
momento sacar del terreno a Daniele de Rossi (otro de los grandes
desaparecidos sobre el terreno de juego) y, sobre todo, a Balotelli,
abucheado al ser sustituido por el oriundo argentino Pablo Daniel
Osvaldo.
Los cambios no surtieron efecto inmediato y eso
llevó a Holanda a bajar sus exigencias y su ritmo de juego manteniendo el control con cierto peligro
en las botas de Robben, pero cediendo espacios en los últimos minutos
que al final Italia supo aprovechar gracias a Verratti.
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