El Getafe ganó 3-1 al Deportivo, incapaz de aprovechar durante más de
50 minutos un marcador favorable y una superioridad numérica tras la
expulsión de Miguel Ángel Moyá.
Ambos
equipos iniciaron un duelo marcado por la necesidad de los dos
contendientes, el Getafe sumaba nueve partidos oficiales sin ganar, y, a
ocho puntos del descenso y a ocho de Europa vivía envuelto en una
modorra peligrosa de la que necesitaba salir con una victoria.
El Deportivo, que experimentó una ligera mejoría tras la llegada del
luso Domingos Paciencia al banquillo, poco a poco fue desinflándose
hasta acabar el pozo de la clasificación, necesitaba ganar para acabar
con una situación peligrosa.
Y muy pronto, a los diez minutos, se encontró con una situación
perfecta, soñada para cualquier entrenador y jugador, la provocó el
delantero Riki, que fue derribado por el portero Miguel Ángel Moyá
dentro del área y el árbitro no dudó en señalar penal
y en expulsar al jugador del Getafe.
Pizzi no falló y
adelantó a los gallegos (12'), que tenían ochenta minutos por delante para
afianzar tres puntos muy valiosos para el Deportivo, sin embargo, los
hombres de Paciencia acusaron una debilidad defensiva que evidenció
dónde están todos los males del cuadro gallego.
El empate se dió con un fallo en cadena de la defensa deportivista que
acabó en un penal de Evaldo sobre Colunga, Diego Castro
no lo desaprovechó y empató el marcador, el Getafe, algo
mejorado con la vuelta de Abdel Barrada de la Copa de África, se echó
atrás e intentó aprovechar algún contragolpe para marcharse con ventaja
al banquillo.
No mejoró mucho el espectáculo
en la reanudación, más de lo mismo, con el Deportivo mostrando un
aspecto peligroso, de desidia y parsimonia y lo pagó, lo pagó carísimo y, jugando así, huele a Segunda División, con el árbitro empeñado en sacar tarjetas (mostró doce en total), el
Deportivo no fue listo y Abel Aguilar vió su segunda amarilla y se
marchó al vestuario, las fuerzas se igualaron y, con el desastroso juego
que estaban mostrando los gallegos, se mascaba la tragedia.
Álvaro
Vázquez (81') y Adrián Colunga (83') se encargaron de dar la vuelta al marcador con dos golazos que dejaron totalmente
descolocados al Deportivo, que pagó su parsimonia y salió derrotado del
Coliseum. El Getafe, arregló la crisis de sus delanteros, poco
acertados a lo largo de la temporada, y de paso, acabó con una racha
de siete encuentros sin conocer la victoria.
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