Boca Juniors remontó un 0-2 ante Quilmes y ganó por 3-2 en la jornada inaugural de la Liga argentina de la temporada 2012-2013, en el debut de Carlos Bianchi en su tercer ciclo como entrenador boquense.
Quilmes
tuvo a maltraer al equipo auriazul durante más de una hora de juego, en
un estadio colmado por un público que asistió al partido dispuesto a
vivir una fiesta por el regreso a casa de dos de sus ídolos máximos.
Quilmes
apagó rápidamente con dos cubos de agua helada el fuego de "La
Bombonera", en cuyos graderíos la multitud boquense celebró el regreso
al equipo del entrenador más exitoso de su historia, Bianchi, y de su
ídolo, Juan Román Riquelme, quien continuará en el club.
Sin
llegar a dominar el juego, cuando cada jugador intentaba situarse en el
esquema dispuesto por sus entrenadores, un tanto de cabeza del central
Wilfredo Olivera (5') y otro con un remate cruzado del punta Cristian
Menéndez (8') dejaron sin aliento a la multitud local.
Dos
impecables llegadas al área boquense, una a la salida de un córner y
otra con un cambio de ritmo y una asistencia milimétrica del uruguayo
Martín Cauteruccio, hicieron pedazos el sistema defensivo de un Boca
desconcentrado.
Pero en la primera jugada profunda de ataque de la formación de
Bianchi, el juvenil Guillermo Fernández abrió un surco en el
bloque de contención quilmeño y Walter Erviti (37') anotó bajo los palos con el marco vacío tras recibir el mejor pase boquense de la primera parte.
Boca Juniors superó el dominio
de su rival e igualó el marcador a través del defensa Guillermo Burdisso
(68') con un fuerte derechazo, Quilmes demostraba que el cansancio le
ganaba al entusiasmo y que carecía de la precisión con el balón que
había tenido en el primer tiempo.
Con poco
rendimiento individual y colectivo, el Boca Juniors de Bianchi se las
arregló como pudo para levantar un 0-2, y en los minutos finales un
penal y la expulsión el central Matías Caruzzo volvieron a acercarlo
al abismo, pero el meta Agustín Orión paró el remate desde los once
metros de Cauteruccio
Todo indicaba que lo
lógico era firmar el empate, pero a la salida de un córner Burdisso
(81') logró el 3-2 boquense, desató el delirio de la multitud en los
graderíos y devolvió la sonrisa a Bianchi, quien se retiró del campo tan
ovacionado como cuando entró.
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