El argentino Germán Lux se ganó la titularidad, ante el Valladolid,
en el empate 0-0, que logró el Deportivo al dejar por tercera vez en la
temporada el arco sin goles en contra, con intervenciones casi
milagrosas, pero, al contrario de las otras dos ocasiones en que el
equipo coruñés lo consiguió, esta vez no fue suficiente para sumar los
tres puntos en la 16ª fecha de la Liga.
Era casi una final
para el Deportivo y su técnico, José Luis Oltra, cuestionado, intentó
corregir el rumbo del equipo y frenar la sangría de goles con una
decisión difícil, sentar a Dani Aranzubia, titular indiscutible desde
que llegó al club en 2008, para entregarle el arco al argentino Germán
Lux, que justificó su presencia bajo palos con intervenciones
salvadoras.
Lux dió seguridad a un Deportivo más
consistente después del desastre del Calderón, fiel a la idea de tener el balón, pero intenso,
concienciado para defender, solidario en las ayudas, entregado a la
causa.
El Deportivo propuso desde que el
balón comenzó a rodar, pero sin perder la cabeza, no creó ocasiones
claras, aunque rozó el gol con un centro desde la banda derecha que no
encontró el remate de Riki en el área pequeña.
El
Valladolid aguantó el empuje inicial de los deportivistas y no se
escondió cuando tuvo la oportunidad de mostrarse en ataque, donde
apareció Óscar con un disparo duro desde la frontal que atrapó Lux,
seguro.
Bruno Gama enseguida respondió en el área contraria
con una acción personal y la ayuda de la fortuna, disparó y el rechazo
rebotó en su cuerpo para poner a prueba los reflejos de Dani Hernández.
Fue
buena la reacción del internacional venezolano, pero mejor aún la de
Lux, que despejó con habilidad un cabezazo de Óscar y, desde el suelo,
se rehizo para detener también el segundo remate del centrocampista del
Valladolid, más flojo que el primero.
Riki amenazó al
equipo de Djukic con un disparo desde fuera del área y con un cabezazo
que desvió, atento, Dani Hernández, y el técnico serbio se desesperó
cuando vió que Manucho malograba un contragolpe por no pensar en sus
compañeros.
Los arqueros siguieron protagonizando el
partido en el arranque del segundo tiempo, en el que Lux se hizo con el
balón en dos tiempos tras un disparo de Óscar y Dani Hernández se
encontró con el esférico por casualidad a centro de Valerón desde la
línea de fondo.
El Deportivo empujó pero Manucho estuvo a
punto de cambiar el guión del encuentro tras colarse entre los centrales
y plantarse solo ante Lux, que salió con los pies por delante y despejó
otra vez el peligro.
No estuvo acertado el delantero del
Valladolid y tampoco el deportivista Salomao, que desperdició una
ocasión clarísima a metro y medio del arco del conjunto pucelano.
El
Deportivo atacó a la desesperada y dió al rival la oportunidad de
llevarse la victoria, pero el marcador no se movió y Riazor despidió a
su equipo con aplausos de un lado y silbidos de otro.
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