Con goles de Josip Ilicic (33') y Antonio Di Natale (89'), Udinese y Palermo
igualaron por 1 a 1 por la decimoséptima jornada de
la Serie A, que se disputó en el estadio Friuli de Údine.
Con este resultado, los albinegros ahora suman 23 unidades y, por el
momento, ocupan en soledad la octava plaza del torneo, mientras que el
conjunto siciliano los atrapó a Torino y Bologna, claramente ambos con
un partido menos, en el 15º escalón, que los tres ocupan con 15 puntos
cada uno.
El resultado es mentiroso, porque la visita fue mucho más y debía
vencer, pero entre un error del referí y los muchos yerros de su
delantera el equipo rosanegro terminó por tirar dos puntos dejándose
remontar sobre el final, con un hombre de más.
Palermo estaba más
concentrado y mejor parado en la cancha y así, si bien por todo el comienzo del partido estuvo muy equilibrado, lo mejor lo mostraron los
muchachos de Gasperini, que sin embargo necesitaron de mucha suerte para
pasar en ventaja al minuto 33, estuvo pésimo Brkic, quien se fue al piso con gran
anticipo y se dejó madrugar por un disparo bastante central y débil
de Ilicic, que tuvo como única "dificultad" la de picar cerca del límite
del área chica, para rebotar por arriba del portero que, como dicho, ya
estaba en el piso y no pudo rechazar el balón.
Ese gol rompió definitivamente el equilibrio del encuentro y Palermo,
en la segunda etapa, supo administrar bien su ventaja, manteniendo la
posesión, defendiéndose con atención y saliendo bien de contra, todo se
le puso aún más fácil cuando, a la hora de juego, Heurtaux se mereció la
segunda amarilla y salió expulsado.
Paradójicamente, en ese momento salió el "miedo de ganar" de los
rosanegros, que empezaron a jugar mal y se dejaron arrinconar por unos
cuantos minutos por parte de Udinese, los
sicilianos supieron reaccionar a ese mal momento, cómplice la merma
inevitable de los albinegros, y así regresaron a controlar el match.
Fue así que en los últimos veinte minutos Palermo creó muchísimas
ocasiones de gol, de la mano de un Ilicic muy inspirado, pero la
delantera de la visita falló hasta lo imposible, mientras que Brkic hizo
todo lo que podía para rescatarse del error del primer tiempo y manteniendo así el partido en discusión.
Hecho determinante, considerando que al 89' Ujkani le devolvió a su
colega la cortesía del primer tiempo y, tras una jugada en la que su
defensa había logrado neutralizar con gran fatiga las iniciativas de
Muriel, hizo suyo el balón pero al mismo tiempo se lanzó encima del
inculpable Muñoz, dejándo escapar la pelota para regalarla a Di
Natale: para el delantero fue un juego de niños mandarla a guardar y
quedarse así con un empate inmerecido, que justamente por esa condición
es aún más sabroso.
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