El Betis se consolida en puestos europeos después de derrotar, con
un tanto de Jorge Molina a falta de diez minutos, al Celta de Vigo, que
reaccionó tras el gol del equipo sevillano y dispuso de tres
oportunidades clarísimas en los últimos instantes para sumar al menos un
punto.
El Betis no fue en Balaídos el equipo valiente y dinámico
que puso contra las cuerdas al Barcelona o derrotó al Real Madrid en el
Benito Villamarín, pero sí demostró ser un bloque muy bien trabajado, con las líneas muy juntas apenas sufrió en los primeros setenta minutos.
En
todo el primer acto sólo cometió un error defensivo, pudo pagarlo, pero
el remate de Iago Aspas, después de un magnífico pase entre líneas del
internacional danés Michael Krohn-Dehli, se marchó rozando el poste en
el minuto 39.
Esa fue la única oportunidad de un Celta que, salvo
el portero Javi Varas, repitió el mismo once que el pasado miércoles
noqueó al Real Madrid en la Copa del Rey, pero con tres puntos en juego,
el miedo a perder es mucho más grande.
En
la segunda parte el panorama cambió, el Betis imprimió una marcha más a
su juego, entró más incisivo y asustó con un par de centros laterales a
Javi Varas, no fueron más que sustos.
Sin espacios de medio campo
para adelante, el Celta se vuelve más previsible porque depende de las
individualidades de Krohn-Dehli o Aspas, ambos en un estado de forma
extraordinario.
La ofensiva gallega quedó
reducida a un nuevo remate de Iago Aspas con el interior de su pie
izquierdo, después de un buen centro del internacional sub-21 Hugo
Mallo, el atacante gallego estaba en posición antirreglamentaria, pero
el árbitro González González no señaló el fuera de juego, Pepe Mel
respiró en el banquillo visitante.
Sin un dominador claro, el
partido ganó en emoción en los últimos minutos, el Betis ya buscaba el
contraataque; el Celta conectar con su goleador Aspas, sin embargo, el
que sacó a relucir su calidad fue el veterano Jorge Molina.
El
delantero bético recibió el balón dentro del área celeste, con un simple
movimiento dejó en evidencia al central argentino Gustavo Cabral, armó
muy rápido su pierna y con un potente disparo batió a Javi Varas.
El
Celta, tras un saque de esquina, tuvo el empate poco después, pero el
argentino Augusto Fernández incomprensiblemente mandó el balón por
encima del larguero y en el último minuto Adrián salvó
con una gran mano el remate de Túñez.
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