El conjunto rayista, sin su entrenador, Paco Jemez (en el banquillo, al estar sancionado), llegó a Málaga dispuesto a todo, a pesar de ser el equipo más goleado de la categoría, con veintidós tantos en contra.
El Rayo, mejor situado y más intenso que su rival, buscaba el gol y éste llegó en el minuto 11, en una jugada por la derecha del delantero brasileño Leo Baptistao, cuyo pase aprovechó su compañero Piti, completamente solo para empujar el balón a la portería.
El Málaga tuvo el empate en un pase de Portillo, al que no llegó el delantero argentino Javier Saviola, por centímetros.
El Rayo se calmó y el conjunto local tomó la iniciativa, Saviola nuevamente pudo igualar, pero su disparo lo rechazó un defensor e Isco, seguidamente mandó el balón fuera al tocar un jugador contrario.
El técnico del Málaga, Manuel Pellegrini, cambió el sistema al jugar con dos delanteros con la salida del paraguayo Roque Santa Cruz, por el centrocampista Manuel Iturra, el empate llegaría a los 49 minutos de la segunda parte, tras una falta que lanzó Joaquín y Demichelis remató de cabeza cruzando el balón.
El Rayo se vió sorprendido por la rapidez del gol cuando se estaba asentando en el campo, aunque volvió al ataque con ocasiones de Leo Baptistao, Piti, por dos veces, y José Carlos.
Una carrera de Leo Baptistao, dejando atrás por velocidad a los defensores malaguistas, y su caída dentro del área cuando forcejeaba con Weligton, no fue considerada penal por el colegiado Teixeira Vitienes.
Un nuevo robo en la frontal del área de Leo Baptistao, que dejó a Piti, y éste con un disparo con la puntera adelantó nuevamente al equipo madrileño en el minuto 60.
Ni siquiera los cambios de Pellegrini, con las entradas de Buonanotte, aunque este puso en apuros a Cobeño, y Duda, dieron al Málaga la oportunidad siquiera de empatar.
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