A una semana del clásico River cayó ante Quilmes por 1-0, el partido fué mediocre, y
el principal culpable fue, sin lugar dudas, River, porque tenía la
obligación de ganar pero se fue de Quilmes
preocupado, no sólo por la derrota, sino por la imagen, o mejor dicho la
falta de ella, que dejó el equipo en la cancha.
Quilmes, que
venía de siete fechas sin conocer la victoria, se encontró con ella
gracias a un error de Jonathan Bottinelli, y a la eficacia del uruguayo
Martín Cauteruccio, quien le sacó provecho a la falla del defensor de
River, el ex San Lorenzo de Almagro rechazó por abajo y de un modo
bastante frontal, por lo que le brindó al artillero oriental las
mayores facilidades para que batiera a Marcelo Barovero.
En
la primera parte fue River el que trató de tomar la iniciativa mientras
que Quilmes se dedicó a esperar, y en esa pelea prevaleció el Cervecero
porque agrupándose atrás y ganándole la pelota en el medio impidió que
el equipo dirigido por Matías Almeyda progresara en ataque, por
eso, River sólo consiguió llegar de manera forzada, ya que la pelota
nunca le llegó limpia ni al uruguayo Rodrigo Mora ni al Chino Carlos
Luna. A pesar de esa situación, Luna tuvo una gran chance para
quebrar el cero, sobre los 7 minutos llegó sobre la zona defensiva de
Quilmes uno de los tanto pelotazos que ejecutó River, parecía fácil de
controlar, pero Cristian Lema pifió el rechazo y el balón le quedó a
Luna, quien sin embargo definió mal y permitió la atajada de Emanuel
Trípodi.
La respuesta de Quilmes, que hasta entonces tampoco había
llegado, a los 17, Sebastián Romero metió un pase en profundidad para
Cauteruccio que agarró mal parada a la defensa de River, el delantero
quedó mano a mano con Barovero y su remate fue desviado al córner por el
arquero.
A los 14 minutos del sgundo tiempo llegó el horror de Bottinelli, el defensor recibió la pelota sólo, se acomodó y rechazó muy mal, el
balón le cayó a Cauteruccio, quien sacó un derechazo cruzado que envió
la pelota al fondo de la red, a River se le vino la noche; sin
ideas, desorientado, se lanzó al ataque.
Almeyda modificó su esquema con
los ingresos de Rogelio Funes Mori por Ezequiel Cirigliano y Ariel
Rojas por Leandro González Pirez, pero no le dio resultado.Mientras
tanto Quilmes tuvo una gran chance para liquidar el partido a los 32
minutos.
Quilmes no hizo mucho, pero ganó bien, y dejó preocupado a River, nada más ni nada menos que a una semana del partido con Boca.
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