MILAN NO PUDO CON PARMA

Con goles de Stephan El Shaarawy y Daniele Galloppa, Milan y Parma empataron en el estadio Tardini, casa azul y oro, en el primer partido de la fecha seis de la Serie A del Calcio.
Con este resultado, los rossoneri ahora suman 7 unidades en la tabla y, por el momento, comparten con Genoa el noveno escalón de la clasificación, mientras que el conjunto de Donadoni se ubica onceavo con 6 puntos.
El partido se vió un poco condicionado por la intensa lluvia que no paró de caer, especialmente en el primer tiempo, lo que causó que muchos jugadores fallaran controles o pases bastante fáciles, en ciertas zonas de la cancha.
Sin embargo, ninguno de los dos cuadros renunció a jugar de calidad y así el espectáculo fue bastante atractivo.

En la primera etapa no se contaron muchas ocasiones de gol, porque las defensas se portaron bien pero también porque a los dos equipos les faltó siempre algo de precisión para el último pase o en las definiciones.
En el complemento, en cambio, las cosas cambiaron, porque el local se expuso demasiado a las contras y ya al quinto minuto Milan lastimó, con una buena contra que terminó con un buen cuchillazo de Boateng y una jugada hermosa de El Shaarawy, la figura del match, quien lo encaró a Zaccardo, lo gambeteó en velocidad y de zurda superó a Mirante.
Los azul y oro sintieron el golpe y enseguida después el Diávolo tuvo dos ocasiones clamorosas para liquidar el trámite, primero con un cabezazo de Boateng, quien todo solo en el medio del área logró disparar afuera, y más tarde con una jugada en la que Bojan no supo aprovechar del hecho de poderla parar en el área todo solo, con tres compañeros libres que entraban por el centro.
Al minuto 21, el recién entrado Montolivo dejó un agujero en el medio y tuvo que cometer una falta cerca del área, que Galloppa, pegándole tras el toque de un compañero, transformó en gol con un remate que pasó en el medio de la barrera y se fue rasante a lado del palo.
Milan se puso nervioso y Parma intentó aprovecharlo para ganar el partido, pero otra vez se expuso a un par de contras peligrosas de su rival, que sin embargo no supo aprovecharlas por errores individuales.
Con el pasar de los minutos los dos equipos bajaron el ritmo y la velocidad del juego, el trámite se volvió más caótico y así ninguno de los dos pudo producir ningún argumento para poder ganar.