De esta manera, los bianconeri se ubican primeros en soledad con 16 puntos, mientras que la Loba se quedó sexta con 8 unidades, plaza que comparte con Fiorentina y Catania.
Desde el principio se vió que el local tenía otro ritmo y otra actitud, bajando a la cancha muy concentrada y seguramente con mayor coraje respecto al rival.
Además, los capitalinos tuvieron el demérito de no presionar con los delanteros a los volantes rivales, de manera que Pirlo tuvo todo el tiempo de crear y dibujar las telarañas juventinas. Así, Juventus hizo lo que quiso in en 18 minutos metió tres goles.

Luego, en una excelente jugada de la Vieja Señora, que rozó el gol tres veces seguidas, el referí cobró un penal por una falta de mano de Castán. Vidal se presentó desde los once pasos y no falló.
Siempre protagonista el chileno algunos minutos más tarde, cuando lo dejó solo adelante del arquero a Matri con un gran pase, para que el delantero pudiera definir el mano a mano con un disparo algo central que el arquero tocó pero no supo sacar.
Roma, aniquilada, simplemente desapareció de la cancha y todo fue fácil para Juventus, que rozó el cuarto una gran cantidad de veces, estampando también dos balones en los palos.
En el complemento el local se concentró especialmente en congelar el trámite, administrar el resultado y divertirse. La visita reaccionó un poco solamente cuando salieron Tachtsidis y Totti para que entraran Perrotta y Destro. Sobre todo el delantero le dió otra vivacidad al ataque y al final logró conquistarse un penal, que Osvaldo realizó.
Conte puso algunos cambios para dar nuevo aire y hacer que algunos protagonistas descansaran y las movidas tuvieron el poder de empujar nuevamente al equipo a buscar otro gol, que llegó justo al minuto 90 con un grandísimo "coast-to-coast" de Barzagli, un pase profundo para Giovinco y un buen gol del delantero, con gambeta a Stekelenburg y toque fácil con el arco libre.
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