LEVANTE MANTIENE EL INVICTO

El Levante derrotó al Osasuna por 2-0 y demostró que sigue en estado de gracia, tras aumentar a ocho las jornadas que lleva invicto.
Los de Joaquín Caparrós jugaron un partido muy serio, perfectamente colocados sobre el terreno de juego, maniataron al Osasuna y tuvieron una gran contundencia en ataque, donde tuvieron la fortuna de marcar en momentos claves del primer periodo, para llevarse un triunfo que les sitúa en la zona europea de la tabla.
Ni siquiera el hecho de jugar en inferioridad numérica durante la última media hora de partido amedrentó al Levante, que supo mantener su renta ante un Osasuna que ni siquiera fue capaz de marcar un gol que le metiera en la lucha por los puntos.
El Osasuna saltó al terreno de juego ambicioso y buscó la meta de Keylor Navas desde el pitazo inicial. Pero un zapatazo desde el vértice del área de Diop (4'), en la primera aproximación local, acabó con el balón dentro de la portería de Andrés, que veía como el senegalés ponía fin a su racha de tres partidos imbatido.
El conjunto pamplonica tuvo la oportunidad de nivelar el marcador, apenas unos minutos después, pero Oriol Riera perdonó en el área pequeña la mejor oportunidad de su equipo en el primer periodo.
La puntilla llegó en el tramo final del primer acto, tras una falta cobrada por Juanfran desde campo levantinista, que controló Rubén (42') en el área, ante la pasividad de la zaga visitante, para marcar a la media vuelta el 2-0 que ponía el partido franco para los valencianos.
El Levante tenía totalmente controlado el partido en la reanudación, pero una entrada por detrás de Casadesús a Cejudo supuso la expulsión del levantinista con roja directa, lo que espoleó al Osasuna, cuando aún restaba media hora de encuentro.
El técnico del conjunto pamplonica, Xavi Gracia, dio entrada al delantero Acuña por el lateral Damiá y dio un claro mensaje a sus jugadores de que había que ir a por todas.
El Osasuna se volcó sobre el área del Levante, era el momento de Keylor Navas y el guardameta costarricense volvió a demostrar su espectacular momento de forma, primero tras despejar una volea de Armenteros y después demostrando una gran seguridad en los balones colgados por los navarros.
Pese a la insistencia de los visitantes, el Levante no se descompuso y se mantuvo férreo en defensa e incluso dispuso de algún contragolpe para marcar el tercero.