Los daneses, a los que les queda un partido a domicilio en Portugal, dependen de Albania, con un punto menos pero que aún debe jugar contra los lusos, Serbia y Armenia y que no conoce la derrota.
El equipo de Morten Olsen, que tiene asegurada la repesca, firmó un ejercicio de impotencia en un partido infame. Necesitaba ganar para mantener alguna posibilidad, pero ni supo ni pudo y ofreció aún peor imagen que hace tres días contra Albania en casa (0-0).
Dinamarca era la que se jugaba algo, pero el ímpetu inicial le duró diez minutos, el resto del primer tiempo fue una sucesión de imprecisiones, que evidenciaron la importancia del lesionado Eriksen, como hace tres días contra Albania.
Con Mkhitaryan ejerciendo de mediocentro para armar el juego, el equipo local, que sólo había sumado un punto en seis partidos, se fue animando y empezó a dominar, aunque tampoco creo ocasiones. Ni Schmeichel ni Kasparov tuvieron mucho que hacer.
El encuentro se animó algo en la segunda parte, Dinamarca, que recurrió al juego directo cuando mandó al banquillo a Krohn-Dehli, el único que dejó detalles de calidad, tuvo más al balón, pero sin peligro real. Un disparo de Bendtner que desvió Kasparov fue lo más cerca que estuvo de marcar.
Armenia, en cambio, tuvo el partido en una contra mal definida por Movsisyan, y en otro par de oportunidades cuando Dinamarca se había lanzado sin mucha cabeza a por un triunfo que nunca mereció.
Armenia, que solo puede aspirar a la cuarta plaza, sumó su segundo punto en esta fase de clasificación mientras que Dinamarca lleva seis partidos de la fase de clasificación seguidos sin perder a domicilio (cuatro victorias y dos empates).
Asi va el Grupo →
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