El Málaga no le perdió nunca la cara al partido e incluso tuvo ocasiones claras para ganar, pero se vio por qué aún no han marcado. Un equipo, el blanco que no pudo ni aprovechar que el Málaga se quedó con 10 tras la roja a Amrabat que le dio un codazo a Marcelo. El delantero del equipo andaluz dio un recital de fútbol desarbolando a la zaga blanca, pero todo eso quedó en nada con su acción tonta.
El Real Madrid se mostró muy blando atrás con Varane y
Nacho como sin acierto arriba y perdido en el centro del campo. El
Málaga le cerró todas las líneas de pase a Modric y Kroos, mientras
Isco, en la izquierda aparecía y desaparecía y Jesé, que acabó
lesionado, intentaba aprovechar su ocasión en el cásting de Benítez para
suplir a Bale. Las únicas opciones que le quedaban al
Madrid eran los centros y eso facilitó mucho la labor del Málaga que
buscaba a la contra marcar y que tuvo en Kameni a su muro particular.
Con el 0-0 se llegó al descanso y con la sensación de que el partido no
estaba para nadie, que todo podía pasar porque los dos creaban
ocasiones. Una tónica que continuó en la reanudación y conforme
avanzaban
los minutos, la grada del Bernabéu comenzaba a impacientarse y
pidiendo un gol (¿fué?) en el minuto 77 en el único fallo de Kameni
que enmendó, al parecer, Weligton sobre la línea de gol. Mientras la grada pedía gol,
en la siguiente jugada, Amrabat decidió expulsarse y eso llevó la
ilusión al madridismo en los últimos minutos cuando el Málaga se quedó
con 10. Pero ni así pudo el Madrid ganar a pesar de que apretó con todo, pero el Málaga no le perdió nunca la cara al partido.
Al final, un empate sin goles que
deja a los andaluces contentos por el punto sumado en el Bernabéu y al
Real Madrid, quizá no preocupado pero sí de que algo está
pasando cuando el Málaga se lleva dos puntos de Chamartín, pero sobre
todo, por el fútbol de los de Benítez que sí, disparan mucho a puerta,
pero no marcan.
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