El conjunto que entrena Unai Emery afrontó este choque con muchas urgencias, pese ha disputarse la sexta jornada, porque se presentaba como colero, sin ninguna victoria y con muchas dudas en su juego, como demostró el pasado domingo en este mismo escenario ante el Celta (1-2) y el miércoles en Las Palmas (2-0).
Los primeros minutos fueron muy igualados y presididos por
la tensión y los nervios de un Sevilla que se jugaba la vida. Emery hizo
variaciones en su once respecto al anterior partido y el equipo mejoró,
sobre todo en la primera parte.
Pese al empuje local, el Rayo no se achicaba y fue el
primero en tener las mejores opciones. Así, Jozabed pudo
marcar pero Sergio Rico atajó el disparo a bocajarro, el Pizjuán
enmudecía.
El partido se calentó, muy trabado y con muchas faltas, pues el Sevilla se dejaba la piel pero el Rayo le daba buena réplica.
Iborra reclamó un penal en una trabada jugada, despues el Rayo,
de nuevo, tuvo chance para inaugurar el marcador, tras un gran centro de Jozabed,
Javi Guerra acarició el gol sin suerte.
No supo definir el Rayo, lo que sí hizo el Sevilla poco después, Gameiro (22'), a bocajarro, fusiló a Toño, tras una
buena jugada trenzada dirigida por Iborra. Se avanzaba el Sevilla y la
grada respiraba pero el Rayo no daba tregua.
El Sevilla, ansioso, buscaba el segundo y lo logró en
el descuento antes del descanso. N'Zonzi (45'), a placer, hizo el segundo
local, un tanto que le sirvió en bandeja entre Reyes y Tremoulinas. Un
tanto
psicológico que hizo daño a un Rayo que no lo merecía.
Pero al partido aún le faltaban sorprendentes capítulos
por vivir, a los cinco minutos de la reanudación, Bebé se inventó un
golazo de falta directa: 2-1 y el Rayo se metía de nuevo en el
encuentro.
El Sevilla perdonó una muy clara despues, Iborra
falló a bocajarro por culpa de la gran parada de Toño.
Gameira y Krohn Dehli tuvieron el gol, pero
no sumaron el tercero local y el que sí marcó fue el Rayo. Javi Guerra
(67') sorprendió a todos con un gran gol entrando como una bala por la
banda: 2-2 y el Pizjuán se quedó mudo. El empate fue un mazazo para el
conjunto de Emery, noqueado tras ver como le igualaban la cómoda
ventaja. Incluso el rayista Lass tuvo el tercero.
Pero la historia aún no había acabado, Amaya
vio su segunda amarilla y dejó al Rayo en inferioridad numérica durante
los últimos minutos y fue entonces cuando apareció la figura de
Konoplyanka (86') para sellar una victoria vital.
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