AJUSTADO TRIUNFO DEL SEVILLA

Sevilla sigue sin encontrar el rumbo de su juego y sufrió para doblegar por 3-2 al Rayo, un equipo que mostró buenas virtudes, que logró igualar un 2-0 con el que acabó la primera mitad y que vio como le metieron el tercero en los últimos minutos, en los que jugó con uno menos por la expulsión de Antonio Amaya.
El conjunto que entrena Unai Emery afrontó este choque con muchas urgencias, pese ha disputarse la sexta jornada, porque se presentaba como colero, sin ninguna victoria y con muchas dudas en su juego, como demostró el pasado domingo en este mismo escenario ante el Celta (1-2) y el miércoles en Las Palmas (2-0).
Los primeros minutos fueron muy igualados y presididos por la tensión y los nervios de un Sevilla que se jugaba la vida. Emery hizo variaciones en su once respecto al anterior partido y el equipo mejoró, sobre todo en la primera parte.
Pese al empuje local, el Rayo no se achicaba y fue el primero en tener las mejores opciones. Así, Jozabed pudo marcar pero Sergio Rico atajó el disparo a bocajarro, el Pizjuán enmudecía.
El partido se calentó, muy trabado y con muchas faltas, pues el Sevilla se dejaba la piel pero el Rayo le daba buena réplica.
Iborra reclamó un penal en una trabada jugada, despues el Rayo, de nuevo, tuvo chance para inaugurar el marcador, tras un gran centro de Jozabed, Javi Guerra acarició el gol sin suerte.
No supo definir el Rayo, lo que sí hizo el Sevilla poco después, Gameiro (22'), a bocajarro, fusiló a Toño, tras una buena jugada trenzada dirigida por Iborra. Se avanzaba el Sevilla y la grada respiraba pero el Rayo no daba tregua.
El Sevilla, ansioso, buscaba el segundo y lo logró en el descuento antes del descanso. N'Zonzi (45'), a placer, hizo el segundo local, un tanto que le sirvió en bandeja entre Reyes y Tremoulinas. Un tanto
psicológico que hizo daño a un Rayo que no lo merecía.
Pero al partido aún le faltaban sorprendentes capítulos por vivir, a los cinco minutos de la reanudación, Bebé se inventó un golazo de falta directa: 2-1 y el Rayo se metía de nuevo en el encuentro.
El Sevilla perdonó una muy clara despues, Iborra falló a bocajarro por culpa de la gran parada de Toño.
Gameira y Krohn Dehli tuvieron el gol, pero no sumaron el tercero local y el que sí marcó fue el Rayo. Javi Guerra (67') sorprendió a todos con un gran gol entrando como una bala por la banda: 2-2 y el Pizjuán se quedó mudo. El empate fue un mazazo para el conjunto de Emery, noqueado tras ver como le igualaban la cómoda ventaja. Incluso el rayista Lass tuvo el tercero.
Pero la historia aún no había acabado, Amaya vio su segunda amarilla y dejó al Rayo en inferioridad numérica durante los últimos minutos y fue entonces cuando apareció la figura de Konoplyanka (86') para sellar una victoria vital.

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