A 90' DE LA GLORIA

El partido de ida de la final de la Copa Libertadores entre Tigres y River Plate, terminó con empate sin goles en el estadio Universitario, resultado que favorece al equipo argentino, que tendrá la ventaja del partido de vuelta en el Monumental.
El conjunto mexicano no pudo hacer valer su condición de local, la afición hizo una gran entrada, pero su equipo no les pudo dar la alegría de salir con el triunfo, y es que River realizó un gran partido, neutralizando el gran ataque de los felinos.
En el primer tiempo, Tigres estuvo cerca de marcar con un balón al poste en una jugada de Jürgen Damm que desvío la defensa; después, Rafael Sobis con un remate de cabeza puso en problemas al portero Barovero, quien estuvo atento para evitar el gol. 
River tuvo sus mejores momentos en ataque en los primeros minutos del primer tiempo, presionando en territorio del conjunto mexicano, pero no pudo concretar y con el paso del partido, prefirió conservar la ventaja y mantener el cero en su portería.
Gallardo puso en el segundo tiempo a Bertolo y al Pity Martínez. Este recambio oxigenó en un comienzo al ataque de River pero de a poco el equipo fue cediendo la iniciativa, dejó de presionar tan arriba y se terminó replegando cerca de Barovero, no sufrió, pero tampoco es que haya podido ganarlo, pero se retiró con mucho. Tiene mucho por jugar en una semana.
En los minutos finales, Tigres estuvo cerca del triunfo, pero Jürgen Damm no supo resolver en una jugada donde encaró solo al guardameta de River y prefirió sacar un pase que la zaga despejó. 
Con el empate sin goles, River Plate toma ventaja para el partido de vuelta, que se jugará el próximo miércoles 5 de agosto en el Monumental; mientras que el equipo mexicano si quiere ser campeón deberá dar la campanada y vencer a los argentinos en casa. 
Caomo un detalle queda el hecho que Gallardo protestó de más luego de una mano de Alario y el paruguayo Arias lo expulsó a 18' para el final del partido. La anterior vez en México lo había dirigido desde una tribuna por estar suspendido.
El entrenador venía caliente por un foul previo de Sóbis a Sánchez, que entendía que era para otra amarilla. Y, como reclamó de más, la expulsión no tardó en llegar. Así, tuvo que ver el final del partido desde una de las tribunas.
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En la fase de grupos, el DT había observado el partido disputado en México desde un palco, dando indicaciones vía handy, por la sanción que había recibido producto de un altercado con el árbitro del choque ante Juan Aurich en Perú.

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