EL DEPORTIVO SE SALVA EN LA DESPEDIDA DE XAVI

El Deportivo de La Coruña logró la salvación en la Liga con un empate en el Camp Nou, los culés llegaron a ponerse 2-0 con un doblete de Messi (5' y 59'), pero el Dépor reaccionó con goles de Lucas (67') y Salomao (76') en la segunda parte.
El Camp Nou se vistió de gala para despedir a una leyenda viviente, el partido olía a homenaje desde la previa por la despedida de Xavi. El Deportivo tuvo muchas papeletas para ello, pero terminó salvándose.

Luis Enrique aprovechó que ya tenía los deberes hechos para hacer rotaciones y darle juego a los jugadores con menos minutos. Debutó Vermaelen y Masip jugó sus primeros minutos en Liga de esta temporada. Por supuesto, también fue titular Xavi.
Los culés dominaron el partido y generaron ocasiones para finiquitarlo con contundencia, perdonaron algunas y en otras se encontraron con un Fabricio muy acertado.
Los azulgranas intentaron echar una mano a Messi en su intentona de alcanzar a Cristiano en la carrera por la Bota de Oro. El argentino marcó dos tantos, pero con eso no le bastó para alcanzar al luso.
El Deportivo reaccionó a media hora del final y consiguió los dos goles que le dieron la permanencia. Lucas Pérez enseñó el camino con el primero y Salomao aprovechó un rechazo dentro del área para hacer el tanto de la salvación.
A partir de ahí, se jugó más bien poco. El Barcelona dio algún susto, pero el Deportivo ya se encargó de que hubiese muchas interrupciones y pérdidas de tiempo.
Dominador absoluto del escenario, el campeón respondía a los ánimos festivos de la hinchada con un juego

preciosista, sin arriesgar más de lo necesario y pasándose el balón, a veces con parsimonia luego con vértigo, ante la impotencia del equipo gallego, que en toda la primera mitad no remató ni una sola vez a puerta mientras el Barcelona lo hizo hasta en diez ocasiones.
De hecho, fue Fabricio quien mantuvo en pie las esperanzas deportivistas, confiando a un rush final en que cambiase el escenario del partido. Fue empate en la agonía antes de que el Camp Nou despidiera a Xavi a los 85', entregada la hinchada a ese capitán que se despidió por la puerta grande, con una nueva Liga en azulgrana.Y con el Depor, feliz y dichoso por alcanzar, de la manera más insospechada, ese objetivo que parecía imposible, la salvación.