Barcelona cerró su pase a los cuartos de final de la Champions
imponiéndose por 1-0 a un Manchester City lento, apático y rendido antes de pisar el césped del Camp Nou.
El Barça, como en la ida, tuvo dos caras, una primera mitad mayúscula en
la que empequeñeció al Manchester City y una segunda en la que el equipo de Pellegrini despertó y se acercó con más peligro a la meta de Ter Stegen, clave al
atajar un penal a Agüero y en la que el Barcelona, con menos mando en
el
juego, tuvo ocasiones sobradas para sentenciar y hasta golear. Pero
Hart, también, completó un partido excepcional, apenas cinco minutos tardó el City en comprender la majestuosidad de la
misión a la que se enfrentaba. En cuanto Neymar remató al palo se
entendió que el tridente azulgrana iba a
convertir esa primera mitad en la repetición del partido de ida. El Barcelona se puso manos a la obra entregando los galones a Messi, a quien acompañó con una labor sensacional Rakitic para llevar al equipo en su búsqueda del éxito.
Superado al toque, inferior en el vértigo y asustado por el escenario,
el equipo de Pellegrini mantuvo el tipo como pudo durante media hora en
la que las gambetas de Messi se sucedieron como las amonestaciones a
Kolarov y Silva por sendas faltas, fruto de la desesperación, hasta el gol, Leo tomó el balón, se
acercó al vértice (todos acompañaban, nadie marcaba ¡Increible!) y cuando la zaga inglesa esperaba su arrancada, sacó una asistencia aérea y en diagonal para Rakitic, que
controló y batió por encima, con maestría, a Hart para poner tierra de
por medio en la carrera por la clasificación.
Tuvo el mando y la brillantez el Barcelona y fue solamente un espectador
asustando el City hasta que Gianluca Rocchi señaló el descanso. Y, como
en el partido de ida, algo debió ocurrir en el vestuario del equipo
inglés para que los jugadores de Pellegrini salieran con otro ánimo en
la continuación.
El Barça no había sentenciado y el City cambió de cara en el segundo tiempo, el partido cambió. Se estiraron los ingleses, buscaron con mayor
atrevimiento el área azulgrana y demostraron la calidad que se les
suponía, el Barça apretó los dientes, supo sufrir, aparcó la
excelencia, defendió con robustez y buscó
a la
contra la sentencia.
La tuvo una, dos, tres y hasta cuatro veces pero Hart se empeñó en
impedirlo y en la locura que llegó a convertirse el encuentro hubo
hasta tiempo para los nervios, cuando Piqué derribó en
el área a Agüero y Ter Stegen tomó su parte de protagonismo atajando el
lanzamiento del Kun.
A partir de ahí se entendió ganada la eliminatoria. Fue un final de ida y
vuelta pero sin que se apreciara la posibilidad de que los ingleses
pudieran darle la vuelta al marcador. Más aún, Hart aún tuvo tiempo de
sacarle un remate de gol a Messi y otro más a Neymar.
Messi, que se quedó sin el premio del gol ante la sobresaliente
actuación del portero del City.
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