El partido que cerraba la jornada 24 de la Liga fue
intenso y deslucido entre dos equipos que comparten el objetivo de
alejarse del descenso.
Ambos equipos, acuciados por su delicada situación en la
clasificación, se mostraron muy nerviosos en el inicio del partido, con
imprecisiones en su juego y sin lograr, ni valencianos ni granadinos,
hacerse con las riendas del choque.
Una mano involuntaria de Camarasa en el área sirvió para
que Youssef El Arabi (12') abriera el marcador de penal con un lanzamiento ajustado a un palo ante el que nada pudo
hacer Mariño.
Tras el gol, el conjunto de Lucas Alcaraz trató de
adelantar líneas y buscó tener mas el balón, aunque el Granada se mostró
bien ubicado sobre el terreno de juego, defendió con orden y apenas
dejó maniobrar a los locales.
Así, el Levante no conseguía crear peligro en las
inmediaciones de la portería de Oier, a lo que se unió el hecho de que
el juego entró en una fase de continuas interrupciones.
El equipo de Abel Resino renunció, conforme avanzaba
este primer tiempo, prácticamente al ataque y centró su labor en
contener a un rival que en muchas ocasiones abusaba de los balones en
largo.
Poco cambió el partido en la segunda parte, el Levante
seguía intentando acercarse a la meta rival, pero el Granada se mantenía
firme sobre el campo, bien pertrechado atrás ante un rival sin ideas.
Ante esta situación, Alcaraz trató de cambiar la cara a
su equipo e hizo un doble cambio y dio entrada a dos
hombres de ataque como Rubén García y Jason para tratar de buscar algún
resquicio en la defensa granadina.
Sin embargo, los cambios no obtuvieron el resultado
esperado, ya que el Levante seguía con mucha voluntad, pero
prácticamente sin ideas para doblegar a un Granada firme en defensa y en
el centro del campo pero sin presencia en ataque.
Colunga fue expulsado por una patada a
Barral, momento en el que Alcaraz se la jugó con todo y dio entrada a
Víctor Casadesús en busca del gol del empate.
Sin embargo, el partido se enturbió a falta de diez
minutos para el final, cuando El Arabi iba a salir del campo para ser
sustituido, el árbitro lo expulsó junto a local Ramis por enzarzarse
ambos en ese momento.
Con tres expulsados, uno local y dos visitantes, el
duelo entró en una fase final en la que el Levante se volcó sobre la
meta rival para hacer valer su superioridad numérica y el Granada aún se
cerró más, si bien la presión local tuvo sus frutos.
En
el minuto 87, un grave fallo de Oier fue aprovechado por Camarasa para
establecer el empate y ya en el tiempo añadido Barral (91'), en un final
épico, logró voltear el marcador con un gol que echó por tierra el
trabajo defensivo del equipo de Abel Resino.
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