La sorpresa que había reservado Löw para la noche era la presencia de Sebastian Rudy en la alineación titular, no sólo porque nadie esperara a ese futbolista en el primer equipo sino porque apareció de lateral derecho, una posición en la que no había jugado en toda su carrera.
El gol de Müller fue el resultado del dominio de Alemania desde el comienzo del duelo ante una Escocia que apostaba claramente por defenderse y tratar de explotar jugadas de contragolpe, algunas de las cuales no estuvieron exentas de peligro.
Ante todo Annya, el extremo izquierdo, y Naismith, le dieron problemas esporádicos a la defensa alemana. Sin embargo, Alemania era el equipo que tenía el balón y el que tenía más llegada.
Müller había rematado desviado de cabeza, en una ocasión todavía más clara que la que terminó generando el gol.
En el primer tiempo hubo algunas otras ocasiones, entre ellas un disparo desde fuera del área de Marco Reus que Marshall logró desviar de un manotazo.
En la segunda parte, Escocia salió con más agresividad y hubo desde el comienzo ocasiones para ambos lados, la primera de los escoceses la tuvo Naismith con un remate que salió ligeramente desviado y alcanzó a tocar el poste.
La mejor de los alemanes se produjo cuando Mario Götze dejó a Reus con un gran pase solo ante Marschall, que salvó con una gran parada.
El empate llegó en un contragolpe clásico, que se inició en el área escocesa con un pérdida de balón de Götze. Después de tres toques, la pelota llegó a Anya (66'), que aprovechó su velocidad para quedarse solo ante Neuer y marcar sin demasiados problemas.
El empate, sin embargo, no duró mucho, en un saque de esquina el balón llegó a Müller tras un rebote y el delantero alemán marcó con un remate con la pierna derecha.
El delantero del Bayern estuvo a punto de marcar el tercero al estrellar el balón contra un poste en el tiempo añadido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario